SANTO 7 FEBRERO

Teodoro de Heraclea el Santo mártir por adorar al Dios Único y Verdadero

Hoy recorremos la historia del centurión romano San Teodoro.

Jesús Luis Sacristán García

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La Llama de la Fe siempre ha prendido allá donde quiera que vaya. Y no sólo en gente de la más absoluta sencillez sino también en el seno de los altos estamentos como puede ser la misma milicia romana. Sí. La que velaba por el cumplimiento de las normas imperiales. Hoy nos encontramos con San Teodoro de Heraclea. Su nombre ya hace honor a su condición de santo, ya que Teodoro significa “adorador de Dios”.

Perteneciente a la milicia, es capitán de los soldados cuando gobernaba el emperador Licinio. Durante toda la vida estuvo entregado a multitud de combates y batallas, pero su disponibilidad y consagración total fue para el Señor. No en vano, libró mayor número de batallas contra el dragón maligno, para poner de manifiesto su fidelidad a Cristo.

También visitó a todos los soldados para animarles en el combate y estimularles en la tarea de servicio que desempeñaban en bien de Roma. La ocasión de descubrirle como cristiano se presentó el día en que el soldado pidió al Emperador que le dejase llevarse las estatuas de los dioses a su casa. Como excusa alegó que quería limpiarlas y perfumarlas para que el suave aroma impulsase a los que se acercasen, a ofrecerles sacrificios.

Ante tan gran petición nadie se opondría ya que era una honra total para los intereses de Roma. Pero tan pronto como estuvo a solas en su casa con aquellas falsas divinidades, las destruyó todas. Al enterarse Licinio, supo que Teodoro pertenecía a los cristianos, grupo considerado como enemigo de los intereses imperiales. Por eso, le hizo detener. La sentencia no albergaba ninguna dda sino que se decretó que muriese junto al resto de ajusticiados. Así es decapitado en el año 319.

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