Santoral

San Felipe Neri

Tras ordenarse sacerdote, con un grupo de hermanos presbíteros, funda la Congregación del Oratorio. En ella acoge a muchos niños y personas desfavorecidas y huérfanas.

La mejor forma de vivir la Fe es el testimonio que nos llene de alegría a nosotros y a cuantos nos ven. Hoy celebramos a San Felipe Neri, religioso italiano que vivió con ahínco su condición cristiana. Nacido en Florencia el año 1515, pronto morirá su madre, pero su madrastra cuidó de él y de sus tres hermanos con verdadera ternura.

Joven virtuoso y orante, tras un tiempo de prueba como comerciante, se siente tocado por la Gracia de Dios, estableciéndose en Roma. Allí se hospedará en casa de un mercante, siendo un verdadero aliciente espiritual y humano para toda su familia. Por un tiempo se dedicó a la oración y al estudio. Sin embargo, un día dejará los libros para consagrarse al apostolado en la Ciudad Eterna donde la relajación de costumbres espirituales y humanas requería una renovación profunda desde el Evangelio.

El santoral de hoy, miércoles 26 de mayo

Ese era el verdadero camino de santificación que le marcaba la Providencia. Su labor dio pronto los frutos esperados con innumerables conversiones y vueltas a Dios, después de una vida abandonada. La inquietud por marchar de misionero a África, no llegó a cuajar, permaneciendo en Italia donde, tras ordenarse sacerdote, con un grupo de hermanos presbíteros, funda la Congregación del Oratorio. En ella acoge a muchos niños y personas desfavorecidas y huérfanas.

La Oración y el canto son las constantes del nuevo carisma, a las que se unía también las obras de caridad. Y es que si por algo se caracterizó siempre Felipe Neri fue por su alegría y sentido del humor. Son las realidades que le acompañaron hasta su muerte ocurrida en 1595. Todos se quedaron con su sonrisa y su chispa donde mostraban los frutos del Espíritu Santo.

dd/mm