El cordobés al que se considera Doctor de la Iglesia Mozárabe

Hoy celebramos en el Santoral del día 9 de enero a San Eulogio, un santo español que aportó mucho a la Iglesia de su tiempo

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La Epifanía se prolonga hasta más allá del Bautismo del Señor. En este mes de manifestación, Dios muestra su fuerza en la debilidad. El haber nacido en la humildad de nuestra carne recuerda que se manifiesta al mismo tiempo con su Poder y humildad para darnos ejemplo y decirnos que nos acompaña. Ese acompañamiento lo vivió el Santo de hoy: el español San Eulogio.

Nacido en Córdoba, se le considera el Doctor de la Iglesia Mozárabe. Allí aprende a vivir en un territorio en el que los musulmanes dominan y los cristianos deben abrirse paso para fortalecer su Fe. La que nos trajo el Dios Hecho Hombre en la Cuna de Belén.

En medio de una fuerte persecución y sumisión de los cristianos a la dominación musulmana, exhorta a la Iglesia a mantenerse firme en la Fe de Jesucristo. Educado por su familia en el temor de Dios, es encomendado al Abad Esperaindeo, regente del Monasterio de Santa Clara, cerca de Córdoba.

Su formación en el Monasterio le hace sentir que Dios le llama a una vida consagrada desde el sacerdocio. Los monjes no dudan de ello. La madurez espiritual y humana, le llevan a ser párroco de San Zoilo con tan sólo 25 años. En Santa Clara, traba amistad con un joven que se halla en su misma situación, y que se llama Álvaro Paulo.

Después de intentar en vano peregrinar a Roma, quiere ir a la zona del Rhin para tener noticias de dos hermanos suyos, dedicados al comercio allí, pero no podrá avanzar mucho porque en los pirineos le cortan el paso, aunque en Zaragoza, le informan de que están bien. Elegido Obispo de Toledo, su aptitud de apostolado, molesta a las autoridades que terminan por encarcelarle. Muere decapitado el año 859.

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