Santoral

Beato Juan Dominici

Su espíritu de oración, silencio y penitencia durante el noviciado, hicieron de él una garantía de la presencia de Dios en el Convento

La vida siempre significa unidad, mientras que la separación es el sinónimo de muerte. Hoy celebramos al Beato Juan Dominici, que luchó por la unidad entre los creyentes como signo de salvación. Nace en Florencia en 1376. No todo el mundo daba garantías de su vocación puesto que le costaba estudiar demasiado y tenía la misma tartamudez a la que se refería Moisés en la visión de la zarza.

Sin embargo, su espíritu de oración, silencio y penitencia durante el noviciado, hicieron de él una garantía de la presencia de Dios en el Convento a lo largo de toda su vida consagrada. Una vez ordenado sacerdote, siente cómo le falta expresión de palabra, por lo que se encomienda a Dios, para salir adelante en esta dificultad.

El santoral de hoy, jueves 10 de junio

Preocupado ante la grave crisis de Monasterios que causa una fuerte relajación, intenta llevar a cabo una gran reforma. Su total adhesión y unidad en al Comunión Eclesial, le hacen alegrarse con la difusión del Evangelio, y entristecerse con la grave crisis que atraviesan los cristianos ante los cismas. Pronto comienzan a notarse los frutos de su tarea que hace de forma continua a tiempo y a destiempo. Posteriormente, la Providencia le elige desde su humildad para confundir a los más soberbios, al Ministerio Episcopal y al Cardenalato.

Esta situación le sirve para luchar en bien de la Iglesia, logrando la elección del Papa Martín V. Cuando de nuevo surgen problemas y es elegido un Pontífice inválido, Juan se despoja de su dignidad cardenalicia para vivir lo más desprendido posible y estar más unido al Reino de Dios y su justicia. Lo que él busca siempre es orar por las alamas y obrar para conseguir el bien. Este Legado Pontificio de Hungría y Bohemia, muere santamente en junio de 1420.

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