San Luis Gonzaga, Patrono de la juventud

Siempre ha habido hombres y mujeres que han imitado a Cristo despojándose de su rango y pasando por uno de tantos. Hoy celebramos a San Luis Gonzaga, que terminó renunciando a su condición nobiliaria para llegar a dar la vida por los demás, sirviendo al Señor que no ha venido a ser servido sino a servir. Nacido en Lombardía, cerca de Mantua (Italia), en 1568, es hijo de los marqueses de Castiglione.

Ya de niño mostraba una curiosidad por conocer los entramados del mundo militar, acompañando a su padre en alguna de sus visitas a los soldados. Pero, por encima de todo, su madre se preocupó de instruirle en la Fe, algo que caló hondamente en el hijo. Y es que a los siete años profesaba una profunda devoción a la Virgen. En plena adolescencia y después de haber aumentado su experiencia de vida cristiana, recibe la Primera Comunión de San Carlos Borromeo.

Las súplicas de la madre al Señor pidiéndole que uno de sus hijos fuese llamada a una vocación consagrada fue escuchada en el propio Luis. Cuando iba a ser designado príncipe dado su carácter primogénito, renunció a este derecho a favor de su hermano. Una vez liberado de cualquier atadura humana, ingresó en la Compañía de Jesús, entregándose cada vez más al Plan Divino de la Providencia sobre él, que iba a pasar por una fuerte experiencia de la Cruz.

Así se dedicó a cuidar a los enfermos en los hospitales. Intuyendo que Dios le marcaba poco tiempo en este mundo se entregó más a Él, hasta que fue contagiado de una fuerte epidemia que asoló Roma por entonces. San Luis Gonzaga marcha a las moradas eternas en el año 1591. Es uno de los Patronos de las Jornadas Mundiales de la Juventud ya que es Patrono de los jóvenes y adolescentes.