Santoral

San Landerico de París, orante humilde y caritativo

La cercanía de Cristo con las almas es para remdiar su necesidad espiritual y material. Para ello están las obras de misericordia. Hoy conmemoramos a San Landerico de París cuya vida se desenvolvió en la oración de la que derivaba la dimensión caritativa con los que le rodeaban. Se desconoce su fecha de nacimiento, aunque el origen es galo y su biografía le sitúa en torno al siglo VII. Por entonces gobierna Clodoveo II cuya dinastía procede de la estirpe de los merovingios.

Sí que fue alguien sencillo que contagió su humildad. Siempre tenía el don de oración en el que hablaba a Dios de los hombres con ese trato que decía Santa Teresa de Jesús de estar largas horas conversando con quien sabemos nos ama. Con estas premisas se convirtió en Obispo de París hacia el año 650. Las penurias que vio en la gente de su alrededor le llevó a vender para una buena causa sus posesiones y algunos ornamentos eclesiásticos, repartiendo después más fácilmente comida entre los necesitados.

Esto se debe a que antes de su paso por la zona solamente unos pocos donativos remediaban el problema con lo cual la ayuda que les podía dar era muy deficiente. De hecho, las pocas hospederáis que existían ya eran deficitarias y costaba mucho mantenerlas. A él se le atribuye el primer hospital que hubo en la capital parisina, que se llamó San Cristóbal, cerca de Nôtre Dame. Actualmente se llama Hotel-Dieu y goza de un gran prestigio.

De esta forma se favoreció una mayor atención a quienes pedían ayuda, además de hacerlo con mayores medios en bien de las personas pobres. Poco antes de morir libera de la jusrisdicción episcopal la Abadía de Saint-Denis. La muerte de San Landerico será seguramente antes del año 660 puesto que un monje de nombre Marculfo recopiló varias de sus fórmulas eclesiásticas después de ir hacia la Casa del Padre.


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