Santoral

San Francisco de Paula

Eremita, fundador de la Orden de los Mínimos y santo de la Iglesia católica

Muchos son los hombres que han profundizado en el sentido cuaresmal como un don recibido de lo Alto para profundizar especialmente en él toda su vida. Hoy celebramos a San Francisco de Paula que tuvo una vida de gran profundidad penitencial y sacrificial. Nacido en esta localidad italiana el año 1416, pronto enfermaría de la vista. San Francisco de Asís, al que se encomendó, le obtuvo la curación.

Este motivo hizo que peregrinase hasta el sepulcro de su intercesor, donde sintió la llamada de Dios a la vida eremítica. Entregado a la más austera penitencia, sólo se alimentaba de frutos silvestres, durmiendo en suelo duro y teniendo una piedra por almohada. Animados por su ejemplo, varios hombres quisieron seguir su camino, lo que le obligó a construir varias casas de religiosos, donde el nivel de austeridad fuese el de una Cuaresma perpetua para alcanzar un día la Salvación de Dios asistidos por su Misericordia.

A sus seguidores les llamó “Hermanos Mínimos” para distinguirles del nombre de “hermanos menores” que recibían los franciscanos. Entre los muchos dones con que le adornó el Espíritu Santo se encuentran el de hacer milagros y el de profecía. Desde este carisma y espíritu de evangelización, recorrió aldeas y ciudades, denunciando la corrupción de los poderosos al recordarles que eran unos administradores que un día deberían dar cuenta a Dios de su gestión.

Por todo esto era preciso que se esmerasen en hacer las cosas de la mejor forma posible, agradando a Dios.Esto convirtió a muchos gobernantes, entre los que se encuentra el rey Luis XI, que le nombró director espiritual de su hijo y sucesor en el trono Carlos VIII. Estos se sintieron tocados por la Providencia a través del testimonio de vida del Santo Fundador. San Francisco de Paula muere el 2 de abril del año 1507.


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