San Deogratias
La época en que se sitúa es el siglo V cuando los bárbaros ya han dado al traste poco a poco con el Imperio Romano
El eje que vertebra a los cristianos es la humildad. De ella parte el amor que Dios quiere para todos los hombre y que nos dejó como testamento y herencia el Jueves Santo. Estas fueron las constantes del obispo San Deogratias que recordamos hoy. La época en que se sitúa es el siglo V cuando los bárbaros ya han dado al traste poco a poco con el Imperio Romano. De esta forma iban conquistando distintas zonas que eran provincias imperiales. Una de ellas era Hispania. Los suevos ya se habían apoderado de Cartago.
La entrada en esta tierra hacía que hubiesen pasado eliminado a muchos gobernantes que había. Cuenta la historia que a algunos obispos les metieron en un barco y le pusieron en el mar de tal manera que la embarcación naufragase y ellos muriesen. Cartago sufría esta situación por lo que llevaba tiempo sin pastor. Entonces el Emperador Valentiniano III pide que les sea enviado un obispo y desde la Ciudad Eterna mandan a Deogratias.
El santoral de hoy, lunes 22 de marzo
El motivo es que se parecía casi a lo que dice el Señor de Natanael y que recoge San Juan en su Evangelio: “Ahí tenéis a un israelita en quien no hay engaño”. La bondad y la sencillez se unen a su sabiduría con lo cual todos le tienen por un Santo y el mejor para regir esa parcela del Pueblo de Dios. El lugar donde va sufre el saque bárbaro con graves consecuencias para todos los habitantes. La ruptura de esos pueblos y las familias rotas se notan por doquier.
Dada la masacre lo primero que hace Deogratias es vender los tesoros preciados de la Iglesia en favor de los más pobres y habilitar algunos templos como San Fausto y San Severo. Siempre se le ve rezando para ser lo más eficaz posible en cuantas tareas le toca hacer. Muchos pensarían que esa caridad solidaria que viene de Dios es un precedente de los derechos humanos que se promulgan en nuestro tiempo. Sin embargo como el cristiano debe ser signo de contradicción muchos le envidian y quieren matarle. Pero antes de que suceda eso. La edad deteriora al santo obispo que muere colmado de edad en el año 460.
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