DOMINGO 2 SEPTIEMBRE

San Antolín: siguió a un Dios que no se desgasta con el tiempo

Antolín se dedica a la artesanía en Siria y tiene una fe fuerte como la piedra. Invitar a la conversión a los paganos, le acabará costando la vida. Su reliquia descansa en Palencia. 

Tiempo de lectura: 1’

Hoy hacemos memoria de San Antolín. Los datos que tenemos sobre su vida le sitúan en el siglo IV en Siria. Antolín es artesano. Se dedica al tallado y arreglo en piedra. Rígida es también su defensa de la Fe, que busca transmitir con sinceridad. Intenta hacelo con sus compañeros que fabrican los ídolos y con los adoradores de dichos ídolos. Les anima a que abandonen esas divinidades y se acerquen a Cristo el Único Dios Verdadero que no es de piedra y que no se desgasta con el paso de los tiempos.

Esta situación le trae disgustos ya que el discípulo no puede ser menos que el Maestro. Como ocurrió con Jesús, le querían echar de la ciudad. Finalmente, Antolín deberá irse por decreto y ser un prófugo maldito entre sus paisanos. Pero su destierro se convierte en entrega solitaria al Señor. Sin ningún tapujo y con transparencia, tal y como es él. Ahora pasa de las palabras a los hechos, y sin decir nada, elimina a los ídolos. Esa acción le ocasiona un nuevo enfrentamiento con los paganos, que le expulsan de nuevo, porque ellos no están dispuesto a abandonar a sus divinidades.

Poco después, el obispo le pide que edifique una Iglesia para celebrar sus cultos. Hasta quí todo normal, pero llegan los paganos de ese lugar que, molestos por su actitud, terminan pasando de la riña al asesinato de Antolín.

Sus reliquias llegaron a Palencia. Fue el rey Don Sancho quien las encontró. Durante una cacería persiguió a un jabalí hasta una cueva. Allí le encontró y cuando le iba a dispar una flecha se le paralizó la mano, entendiendo que pisaba lugar sagrado. Por ello prometió edificar un templo allí si se curaba, petición que se cumplió. De ahí surge la Catedral de palentina dedicada a San Antolín.

Religión