Santoral

Jueves de la Octava Pascual: El Resucitado entre los Once

Hoy, quinto día de la Octava de Pascua, el Resucitado vuelve a resonar en nuestras vidas. ¡Cristo! ¡Alegría del mundo!¡Resplandor de la Gloria del Padre! Bendita la mañana que anuncia tu esplendor al universo. En el día primero tu Resurrección, alegraba el corazón del hombre. En el día primero, vio que todas las cosas eran buenas porque participaban de tu Gloria. La mañana celebra tu Resurrección y se alegra con claridad de Pascua.

Que nosotros vivamos como hijos de luz y no pequemos contra la claridad de tu Presencia. La Palabra de Dios se centra en el Libro de Los Hechos de los Apóstoles, como los hitos de la Primera Comunidad. También resuena San Pablo: “Ya que habéis resucitado con Cristo, aspirad a los bienes de allá arriba, no a los de la tierra.Dejad al hombre viejo con sus achaques y deficiencias, revistiéndoos del hombre nuevo.

Lo caduco ya ha pasado”. El Señor Dios le dará el trono de David su Padre. Su Reino no tendrá fin, también resuena en el Salmo. Y el Evangelio marca este día como el Jueves del Cenáculo. El motivo es que los discípulos de Emaús están con los Once contando lo que els había pasado y, de repente, el Señor está en medio de ellos. Los Apóstoles y demás discípulos se alegran, aunque en su corazón se entremezcla cierta duda.

Es cuando les muestra las manos y los pies con sus llagas. Y como no terminan de creerlo por la alegría les pide algo de comer y lo toma a la vista de todos. Ahí les recuerda lo que les había anunciado de su Muerte y Resurrección antes de pasar y les recuerda tajantemente: “Vosotros sois testigos de todo esto”.Porque ellos han comido y bebido con Él y le han visto en todo cuanto ha dicho y hecho.


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