Santoral

La Epifanía del Señor, Dios para todos los hombres

Dios siempre muestra su Salvación a todos los pueblos de todos los tiempos. Eso sucede en este día. Porque hoy celebramos la Epifanía del Señor, también conocida como Día de Reyes. Recuerda San Mateo que, nacido Jesús en Belén de Judá, unos Magos de Oriente llegaron hasta Jerusalén preguntando por el Rey de los judíos que había nacido.Sobresaltado Herodes y Jerusalén se enteraron por los sabios que el Mesías debía nacer en Belén, como dijo Dios por boca de Jeremías.

El monarca tras indagar todo esto llamó sigilosamente a los visitantes. También les preguntó por el tiempo en que había aparecido la estrella. Esta información le vendría bien al monarca para dictaminar la edad de los Niños Inocentes que mandó matar. El propio rey oculta sus intenciones y les manda a averiguar dónde vive el Niño para adorarle él después. Su camino tendrá la recompensa de encontrar el Portal de Belén, donde le ofrecen los dones de oro como Rey, incienso como Dios y mirra como Hombre.

De esta forma el Verbo hecho carne que ha plantado su tienda entre nosotros, muestra que si el día 25 de diciembre acudían los pastores del pequeño pueblecito a adorarle, hoy se pone de relieve la universalidad de la Fe, que viene a todos los hombres. La Sagrada Escritura dice en el Antiguo Testamento que los reyes de Saba y Arabia llegan trayendo regalos. Y San Pablo, en sus Cartas señalará que también los gentiles son coherederos de la Gloria que se nos ha manifestado.

El Dios hecho Hombre se ha mostrado a los demás países de la tierra, sirviéndose de una estrella. Los Magos ofrecen sus dones al Rey y se llenan de alegría después de que la propia señal del Cielo les guía hasta la meta que buscaban. Serán también los Santos Padres de la antigüedad y, sobre todo, San Beda el Venerable, que estos tres personajes venidos de lejanas tierras representan a la totalidad de la humanidad y a las distintas razas existentes.


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