
Madrid - Publicado el
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La primera parte del Misterio Pascual se concreta en el Calvario donde se sella la Salvación del género humano con la Sangre de Cristo. Y eso se celebra hoy, Viernes Santo. Tras salir del Cenáculo Jesús y los Apóstoles se dirigen a Getsemaní. Allí el Señor ora con intensidad por la angustia de lo que le viene, aceptando la Voluntad del Padre de que dé la Vida por los hombres.
Traicionado por Judas es prendido en el Huerto y llevado a presencia de los Sumos Sacerdotes que le condenan a muerte por blasfemo. En esos momentos la situación se hace cruel para sus seguidores. Pedro, por su parte, reniega de conocerle y llora amargamente cuando canta el gallo y recuerda que se lo había dicho Cristo en el Cenáculo.
Judas, recapacitando de lo que ha hecho y del desenlace de lo que puede pasar, intenta que lo suelten pero el Sanedrín le despide de malas maneras y él se ahorca. Cuando llega a Poncio Pilato, gobernador de Judea, los jefes del pueblo le acusan de alborotador y de oponerse al César. Pilato le interroga pero no ve culpa en Él.
Le entrega a Herodes que se burla del Señor, pero tampoco le condena. Como el pueblo instigado por el Sanedrín pide su condena a muerte, el procurador intenta librarle con varias estrategias. Sin embargo no lo consigue.
Las peticiones de su mujer, Claudia Prócula, para que le suelte no surten efecto. Y es que Pilato se lava las manos para no sentirse culpable de la Sangre de Jesús, y se lo entrega. Llevando la Cruz al Calvario es crucificado en Ella.
Durante tres horas perdona a todos, logra la conversión de uno de los ladrones ajusticiados con Él y entrega a María, su Madre, como Madre de los hombres. Por fin muere logrando conversiones entre los asistentes y es Sepultado por Nicodemo y José de Arimatea en unión con el Apóstol San Juan.