
Madrid - Publicado el
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Muchas veces cuando vemos tribulaciones observamos a Santos como la madre de San Agustín, Santa Mónica que tuvo muchos sufrimientos por su familia. Hoy celebramos a Santa Rita de Casia, mujer de grandes sufrimientos que le fortalecieron la Fe. Nace en Italia, en 1380. Concretamente es hija de labradores en la zona de Roccaporena.
Ella aprende de su humildad y tiene, al mismo tiempo, un corazón generoso. La prueba llega al casarse. Y es que en aquellos tiempos los padres aportaban a sus hijas el prometido y así lo hacen con ella. Sin embargo, su prometido que empieza siendo un hombre delicado, con el tiempo se da cuenta de que anda metido en asuntos oscuros.
Es una persona de duelos medievales, siempre retando a otros con lo cual ocasiona no pocos disgustos en casa. Sus dos hijos son como su padre. Rita no ceja en su oración y logra que su esposo se convierta. Pero al poco muere apuñalado.
La cruz se acrecienta, porque sus dos hijos respiran venganza para buscar al culpable. Ella como madre pide por ellos. Casualmente morirán en una pandemia. Entonces, ingresa en las agustinas de Umbría con vida penitente, añadida a su antigua vocación de madre y esposa. Santa Rita de Casia muere en el año 1457.
Su cuerpo quedó incorrupto. Aún se conserva la tradición de bendecir las rosas de Santa Rita en los conventos de los agustinos. También es abogada de las causas imposibles debido a los sufrimientos que tuvo y a que lo solucionó todo con su espíritu de oración y de mortificación.