
Madrid - Publicado el
1 min lectura0:45 min escucha
La caridad empieza por dejarse a mar por Dios para dedicarse al prójimo. Hoy celebramos a San Juan Eudes, que se dejó guiar siempre por el amor a Dios y a los demás como a uno mismo. Nacido en la segunda mitad del siglo XVI en Francia, desde pequeño muestra un gran fervor hacia Cristo y su Santísima Madre.
Poco después ingresa y se forma en el Colegio de los Jesuitas de Jaén donde estudiará Teología. Posteriormente se une a la Congregación del Oratorio. Ordenado sacerdote, asiste a los enfermos, encargándose también de predicar las misiones, sumando ciento diez.
Una de sus preocupaciones era ver cómo la Fe se enfriaba en los ambientes, lo cual repercutía en una indiferencia total. Poco después funda una casa que acoja a las mujeres de mala vida que se convierten. Es la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad, proyecto que encomendará a las religiosas para él consagrarse a los sacerdotes.
Para ello funda los Padres eudistas. Su clave era que los ministros del Señor estuviesen bien cuidados y preparados para que formasen ellos a las almas confiadas. Así se ofrecen a la Santísima Trinidad como Guía de la iniciativa que encontrará no pocas dificultades, hasta su definitiva aprobación.
Los últimos tiempos de su vida los dedicará a escribir sobre la Virgen María y el Misterio de la Maternidad Divina. Él tiene también mucha parte en el amor a los Sagrados Corazones de Jesús y de María. Tras predicar una nueva misión San Juan Eudes muere en el año 1680.





