
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Hay fechas que lo dicen todo por sí y no hace falta más añadidos. Lo mismo sucede en la Historia de la Salvación. Es el caso de este día en el que celebramos el Nacimiento del Salvador. Tal y como cuenta la Sagrada Escritura es el Emperador Augusto el que decreta un censo en todas las Provincias del Imperio.
Cada uno tenía que subir a su ciudad natal a inscribirse. También José que era de la Ciudad de David, Belén, subió con María su Mujer. Durante su estancia intentó buscar alojamiento pero no encontraron a nadie que les dejase una sencilla habitación. Tras buscar, no encontraron posada. afanosamente pero sin resultados.
Fueron al campo de los pastores y en una de las cuevas se le cumplió a María el tiempo, dando a luz a su Hijo Primogénito al que envolvió en pañales. En ese momento unos pastores se encontraban velando por turnos sus rebaños al raso. De repente se les presentó un Ángel y sintieron que la Gloria de Dios les envolvió.
El Mensajero Celestial les dio la Gran Noticia de que en la Ciudad de David les había nacido el Mesías, el Salvador. También les dijo que estaba en el Establo donde le encontrarían envuelto en pañales. Cuando se fueron los ángeles los pastores se fueron derechos a Belén a ver todo lo que les habían contado.
Y tal como les dijeron se encontraron al Niño con María, su Madre, y con José. Cuando llegaron contaron todo lo que les había dicho el Ángel. Y se sentían emocionados de ver ese momento tan crucial. Ante la admiración, todos los pastores se fueron dando Gloria a Dios por todo cuanto habían visto y oído.





