Los motivos por los que Luka Modric besa las espinilleras antes de entrar al terreno de juego
El mediocampista del Real Madrid tiene 'esconde' una historia detrás de este ritual que, a juzgar por los resultados, le trae mucha suerte
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Luka Modric este año se está mostrando como un jugador capaz de cambiar el signo de los partidos del Real Madrid, saliendo del banquillo como revulsivo en la segunda parte. En esos últimos 20-30 minutos de juego, el talento croata resulta decisivo. Durante este inicio de temporada, el equipo de Zinedine Zidane está alternando buenos partidos, como el Clásico frente al Barcelona, y otros que le están costando más, tal y como demuestra el mal comienzo en su andadura en la Champions League.
No hay más que ver el ultimo Clásico, cuando Modric entró en el segundo tiempo y consiguió marcar el gol de la sentencia, el 1-3. Pero lo curioso del jugador croata no está ni en su talento ni en su capacidad de liderar al equipo.
El secreto de las espinilleras
Quien presenciara el último Clásico, Barcelona-Real Madrid, hay una imagen en la cual quizás no te habías fijado. Las cámaras de televisión captaron al mediocampista balcánico besando repetidas veces sus espinilleras segundos antes de entrar al campo.
No es la primera vez que lo hace y resulta ser ya una especie de tradición para Luka Modric. El ritual, además, parece traerle mucha suerte considerando el resultado final del partido del Camp Nou.
En sus espinilleras, el futbolista blanco tiene impresa una foto de su familia y otra de Jesucristo. Para el mediocampista, la religión y la fe es fundamental en su vida. De hecho, cuando ganó el Balón de Oro en el 2018, comentó que es su familia la que le da fuerzas para seguir cruzando fronteras y cosechando éxitos.
El también internacional de la selección de Croacia está casado con Vanja Bosnic, con quien tiene tres hijos: Ivano, Ema y Sofia. El mediocampista croato incluso compartió en sus redes sociales las fotos de la Primera Comunión de su hijo mayor.
Las espinilleras de madera
Este accesorio, que protege las piernas de los futbolistas, tiene un significado muy especial para el centrocampista. Modric viene de una familia muy humilde y su infancia transcurrió en plena Guerra de los Balcanes. El jugador nunca tuvo una vida sencilla, ya que pertenece a la generación que creció en medio de este conflicto bélico a comienzos de la década de los noventa, en la que su padre por cierto combatió y logró sobrevivir.
El abuelo de Luka no corrió la misma suerte, muriendo asesinado por milicianos serbios. Junto a su madre, tuvieron que huir a Zadar y allí vivieron en un hotel que se convirtió en un improvisado campamento para refugiados.
Los dos pilares de Luka Modric
El pequeño Luka no paraba de jugar a fútbol y, años mas tarde, el recepcionista del hotel bromeaba que no paraba “de romper vidrios con el balón”. Fue justo en Zadar donde le descubrió Tomislav Basic, jefe de la cantera del club de la ciudad, quien recuerda que le hizo unas espinilleras de madera porque su familia apenas tenía dinero para salir adelante.
Ahora, sus espinilleras han cambiado, pero el sentimiento sigue siempre el mismo: la familia y Jesucristo son los dos pilares más importantes para el futbolista del Real Madrid.
