Santos para pecadores

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Hace ya más de ochenta años que murió el jesuita Alban Goodier, arzobispo de Bombay (India). Suyo es el libro que ahora se publica: Santos para pecadores (Nueve almas fortalecidas por Dios) (Ediciones Rialp).

El autor, que tenía una gran formación intelectual y había sido profesor de literatura inglesa y director del Bombay University College, eligió para esta obra a nueve santos muy conocidos en la historia de la Iglesia; tres de ellos son españoles, san Francisco Javier, san Juan de la Cruz y san Juan de Dios, aunque este último nació y pasó sus primeros años en tierras de Portugal.

No es fácil encontrar un denominador común en cuanto a lo que caracteriza sus biografías, si nos atenemos a lo que sugiere el título: que vivieron una vida de distanciamiento de la fe y de la consiguiente práctica moral y que, en un momento dado, tuvieron el toque de la gracia divina que los llevó a reorientar sus vidas, experimentando el perdón y la misericordia de Dios. Sí ocurre en algunos casos, como los de personas activas y místicas al estilo de san Agustín o santa Margarita de Cortona, incluso de san Juan de Dios (por cierto, los tres mejores capítulos del libro), pero en otros casos, como el del carmelita san Juan de la Cruz, el sufrimiento, y las calumnias, le vinieron dados, sobre todo, al provenir de sus hermanos de religión. Algún pequeño error, como situar el pueblo de nacencia del gran poeta español en la provincia de Toledo, podía haber sido corregido en la edición española, pese a lo que constara en el original de Alban Goodier.


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