El Sínodo analizará la ordenación de ancianos casados para suplir la falta de sacerdotes en la Amazonia

Se trata de una figura que ya existía en los primeros años de la Iglesia, se escogía a los llamados “Viri Probati” 

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Uno de los aspectos que más ha llamado la atención de los medios tras la presentación del documento de trabajo que servirá de guía a los obispos que formen parte del Sínodo que se celebrará en octubre es la posibilidad de ordenar a personas ancianas, preferentemente indígenas, aunque hayan formado ya una familia, con la finalidad de asegurar los Sacramentos a todos los habitantes de las zonas amazónicas de difícil acceso.

El texto que servirá de guía a los obispos que participen en esta asamblea deja muy claro que el celibato es un don para la Iglesia, por lo que en ningún caso se trata de abrir las puertas a la ordenación de personas casadas, sino de buscar una solución pastoral concreta a esta región del mundo en la que resulta necesario sostener la vida cristiana y muchos bautizados pasan largas temporadas sin poder recibir los Sacramentos.

Conviene recordar que el pasado mes de enero, durante la rueda de prensa en el avión de regreso de la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, ante la pregunta sobre si estaba previsto revisar el celibato sacerdotal, el Papa Francisco respondió con fuerza y claridad: “Prefiero dar la vida antes que cambiar la ley del celibato”. Francisco respondía con esta contundencia, citando unas palabras de su predecesor Pablo VI, a las que añadió lo siguiente: “Personalmente, creo que el celibato es un don para la Iglesia y no estoy de acuerdo con permitir el celibato opcional. Yo no abriré al celibato opcional antes del diaconado esto está claro”.

En realidad, se trata de una figura que ya existía en los primeros años de la Iglesia, cuando respondiendo a necesidades muy particulares se escogía a los llamados “Viri Probati”, hombres ancianos de fe probada que atenderían pequeñas comunidades católicas en zonas a las que no puede acudir regularmente un sacerdote. Esta figura se recuperó en algún caso aislado durante la persecución comunista en la Europa del este.

El documento, titulado “Amazonia, nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”, ha preferido no utilizar el término viri probati, porque según ha explicado en la presentación el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos, el termino se ha convertido casi en un mito, y por este motivo se ha optado por una fórmula más abierta, que es la que aparece en el punto nº129 del documento de trabajo.

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