¿En qué consiste el proyecto DREAM que ha conseguido reducir el SIDA en África?

Todo preparado para el encuentro que mantendrá el Papa con enfermos de SIDA en el Hospital de Zimpeto

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Aún hoy en Mozambique tener SIDA es un estigma. Un castigo divino por llevar una mala vida, por lo que el enfermo suele ser repudiado por su propia familia y abandonado a su suerte. 

Por este motivo numerosas instituciones de la Iglesia Católica trabajan cerca de estos enfermos en distintas ciudades del país no sólo para proporcionarles medicamentos, sino para ofrecerles un entorno familiar que favorezca su recuperación.

Para que nos hagamos una idea, en Mozambique hay menos de una cama disponible para cada mil habitantes y tan sólo un médico por cada 5.000.

A 25 Km. de Maputo se encuentra el hospital central de Zimpeto que visitará el Papa antes de abandonar Mozambique. Allí, la Comunidad de San Egidio ayuda a enfermos de SIDA a través del programa DREAM, que ha conseguido dar un vuelco al tratamiento de esta enfermedad en África y ha cambiado la vida de unos tres millones de personas a través de cursos de formación, y apoyo en nutrición, salud y asistencia social. El secreto es aplicar un tratamiento retroviral avanzado y sobre todo acoger a los enfermos como si fueran una familia.

Hasta hace unos años el índice de mortandad de los niños que ya nacían enfermos de SIDA, transmitido por sus madres, era elevadísimo. Apenas llegaban a los dos años. Con el tratamiento que se realiza en este hospital han conseguido que hoy en día el 99,9% de los niños de madres seropositivas nazcan sanos.

También han frenado la tuberculosis, la enfermedad que más mata en Mozambique a los enfermos de VIH.

El pontífice visitará el 6 de septiembre el centro médico del proyecto DREAM, en una de las zonas más pobladas y pobres de Zimpeto, con 337.000 habitantes, y unas instalaciones sanitarias completamente insuficientes.

En este centro de vanguardia se atiende a 3.800 enfermos de SIDA, entre ellos 200 niños, además de otros 500 niños nacidos de madres seropositivas, y el papa podrá saludar a algunos de ellos al visitar las instalaciones.

La agencia de la ONU dedicada a erradicar el SIDA ha fijado para 2020 el objetivo 90-90-90: diagnosticar al 90% de personas que tienen VIH, tratar al 90% de todas ellas, y conseguir la supresión viral en el 90% de las personas que reciben el tratamiento. El problema al que se enfrentan en Mozambique es que poco más de la mitad de personas con VIH inician el tratamiento tras ser diagnosticadas, y que menos de la mitad sigue tomándolo tres años después.

La Comunidad de San Egidio ha sido una de las impulsoras del programa DREAM y lo ha acompañado desde sus inicios, cuando en el país todavía no había fármacos antirretrovirales. La buena noticia es que ya existe una generación sin sida en África.

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