El Papa recibe una cruz confeccionada con la madera de una iglesia incendiada durante las protestas de Chile

La Parroquia de La Asunción, ubicada en Santiago, fue quemada y destruida durante las protestas de octubre de 2020. También ese día fue atacada la parroquia San Francisco de Borja

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El Obispo Auxiliar de Santiago, Mons. Alberto Lorenzelli, entregó el pasado 4 de julio una cruz pectoral de madera al Papa Francisco. Dicha cruz ha sido confeccionada a partir de trozos de madera de la Parroquia de La Asunción, quemada y saqueada en el marco de las protestas de 2020 en Chile.

Mons. Lorenzelli explicó que el Santo Padre recibió la cruz lleno de emoción, debido a que "tiene un significado profundo, de una iglesia que fue quemada en un momento particular, de una herida profunda que vivió la Iglesia frente a estos hechos, pero también del pueblo de Chile".

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La creación de la cruz, hecha con las vigas del templo, surge como iniciativa de un grupo de jóvenes que ayudaron a retirar los escombros del techo y la cúpula, según lo explica el sacerdote Samuel Arancibia: "hay un trabajo de jóvenes que vienen de realidades sociales muy diferentes, y que nos demuestra claramente que así como hay quienes destruyen, hay otros que están dispuestos a construir". Además, el padre Arancibia explica que este gesto de los jóvenes "habla de una Iglesia que es capaz de levantarse para mostrar la fuerza de la cruz de Cristo".

Jorge Escalona, docente universitario de Duoc UC -insituto de la Universidad Católica de Chile- relata: "El panorama era bien desolador por todo lo que había pasado y trabajar en equipo permitió ayudar y hacer muchas acciones que hoy nos llenan de orgullo".

La destrucción de una de las joyas históricas de Chile

Erigida en 1876, la parroquia de La Asunción era uno de los monumentos históricos de la capital chilena. Sin embargo, este aspecto no fue suficiente para detener a los manifestantes, que incendiaron el templo.

Las imágenes del incendio dieron la vuelta al mundo, y más concretamente el momento en que la torre del campanario caía al suelo en llamas entre celebraciones y bailes por parte de los manifestantes. Los Bomberos, que tuvieron que hacerse hueco entre los grupos de protesta, pudieron apagar el fuego, pero no pudieron hacer nada por evitar la destrucción de la iglesia. El Azrobispo de Santiago, Celestino Aós, condenó en su día los ataques e hizo un llamamiento a la calma y a la paz.



La Asunción no fue el único objetivo religioso que los manifestantes violentaron ese día. A las nueve y media de la noche, hora local, también fue quemada la parroquia San Francisco de Borja, considerada la iglesia de los Carabineros de Chile, ya que allí se celebran todos los actos religiosos del cuerpo policial chileno. En este caso,el incendio pudo ser controlado y la iglesia no fue totalmente destruida, aunque sí fueron robados varios objetos del interior.

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