La historia del Cementerio Militar Francés de Roma donde el Papa recordará a todos los fieles difuntos

Este cementerio es muy desconocido, incluso para los romanos, y esconde una interesante historia sobre la actuación del ejército francés para la liberación de Roma

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Cada 2 de noviembre el Papa acostumbra desplazarse hasta algún cementerio para celebrar Misa en una jornada en la que la Iglesia conmemora a todos los difuntos. En esta ocasión ha escogido el Cementerio Militar Francés en Roma, en el que se rinde homenaje a los soldados que lucharon contra el nazismo durante la Campaña de Italia, entre noviembre de 1943 y julio de 1944.

Un lugar desconocido para los propios romanos

Sorprendentemente el Cementerio Militar Francés de Roma es uno de los lugares menos conocidos de la Ciudad Eterna, pero también uno de los rincones más silenciosos, simbólicos y que además ofrece una de las vistas más bonitas de la ciudad. Se encuentra situado en pleno parque de Monte Mario, una zona verde bastante alejada del centro. Domina la colina desde hace casi 75 años. Las lápidas están distribuidas en terrazas de forma ordenada, rodeadas de olivos, cipreses y palmeras.

Para descubrirlo hay que acudir hasta la Via dei Casali di Santo Spirito, una calle lateral de Via della Camilluccia. El terreno fue cedido en 1945 por el gobierno italiano como homenaje a las tropas francesas que combatieron durante la Segunda Guerra Mundial para liberar a Italia del nazismo. Cada 11 de noviembre se celebra una ceremonia conmemorativa.

De los 1.888 soldados enterrados hoy en el cementerio militar francés de Roma, 1.142 son musulmanes. Sus tumbas son reconocibles por la media luna islámica grabada en cada lápida. Muchos de los fallecidos fueron posteriormente reclamados por sus respectivas familias y trasladados a sus lugares de origen. En todas las lápidas aparece esta inscripción: “Mort pour la France”.

La dura Campaña de Italia entre noviembre de 1943 y junio de 1944

El cementerio contiene las tumbas del Cuerpo Expedicionario Francés en Italia, un grupo de cuatro divisiones militares dirigidas por el general Alphonse Juin, que se distinguió especialmente durante la batalla de Monte Cassino en mayo de 1944.

La historia recordará siembre la dura batalla de Monte Cassino, sede de una importante abadía benedictina, situada en un lugar estratégico, la conocida como “Línea Gustav”. Allí se libró una de las batallas más terribles del conflicto en la que murieron unos 55 000 soldados aliados y 20 000 soldados alemanes. La captura de Montecassino gracias a la colaboración de las tropas francesas sobre el ejército nazi permitió a los aliados reanudar su avance y liberó a las tropas atrapadas en Anzio. Finalmente, Roma fue recuperada el 4 de junio de 1944.

De los 6.200 soldados franceses muertos durante la batalla de Monte Cassino, dos tercios eran del Magreb. De hecho, el Cuerpo Expedicionario Francés estaba formado principalmente por soldados del ejército africano, sobre todo de Marruecos y Túnez. Entre los soldados enterrados en este cementerio hay un gran número de "Goumiers", soldados de nacionalidad marroquí que fueron llamados a luchar en las tropas francesas a lo largo de unos 50 años.

Los guerreros del Atlas: los «goumiers» marroquíes

Estos soldados eran nativos marroquíes reclutados entre las tribus bereberes que habitaban la Cordillera del Atlas. El ejército francés, que ejercía el protectorado sobre Marruecos, organizó a estas tropas en “Goums”, compañías formadas por miembros de la misma tribu, denominados goumiers. Eran mercenarios que combatían por dinero y se dejaban crecer la barba para tener un aspecto más feroz, cubrían sus cabezas con turbantes y portaban su tradicional daga, la gumía.

Poco a poco se convirtieron en especialistas para la guerra de montaña. Su actuación fue clave para romper la Línea Gustav en Montecassino, que bloqueaba el avance hacia Roma. En Italia sus logros militares estuvieron acompañados de una leyenda negra que les atribuyó saqueos y violaciones sobre la población civil.

Otros cementerios en los que el Papa ha celebrado la Misa de los fieles difuntos

No es la primera vez que el Papa Francisco visita un cementerio militar: en 2017 celebró Misa en el cementerio americano de Nettuno, un lugar simbólico de la Segunda Guerra Mundial y en 2014, en el de Redipuglia, con motivo del centenario del estallido de la Primera Guerra Mundial.

En 2013 acudió al Cementerio conocido como del verano, el principal de Roma, considerado como un "museo al exterior" por el gran número de obras y esculturas de siglo XIX y XX pertenecientes a panteones de grandes familias. Desde el año de su inauguración hasta el 1980, prácticamente todos los romanos fueron enterrados en este cementerio, con excepción de los papas, los cardenales y los miembros de la familia real.

El año pasado, el Pontífice celebró la misa en la iglesia del Pontificio Colegio Teutónico de Santa María en Camposanto, en el Vaticano. Después se trasladó a rezar a las Grutas Vaticanas, frente a las tumbas de los Pontífices fallecidos.

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