La definición de vanidoso que hace este famoso youtuber, digna de estudiar en los colegios: "Un sedante"

La vanidad es uno de los grandes defectos que puede adquirir una persona, y que, aunque lo podría parecer, no afecta únicamente a personajes públicos, famosos o a aquellos que experimentan lo que socialmente reconocemos como éxito.

De hecho, con el auge de las redes sociales, el número de vanidosos han proliferado, ya que muchos usuarios tratan de construir una versión idealizada de sí mismos sin que te cuestionen. Y en caso de recibir críticas, siempre tienen la opción de bloquear a ese seguidor.

La vanidad se podría definir como la creencia excesiva en las habilidades propias. Es una manera de ser engreído y arrogante. ¿Qué características definen a este tipo de personas?

Creen que nunca se equivocan

Al tener un elevado componente narcisista, los vanidosos piensan que siempre llevan la razón en todos los debates, discusiones o simple conversación que mantienen. De hecho, a la hora de defender sus argumentos lo hacen en ocasiones con un ímpetu y una violencia verbal considerable.

Se enfadan a menudo

Al no aceptar la crítica por su afán de protagonismo y ciertas dosis de egoísmo, cualquier motivo es bueno para discutir. Suele ocurrir cuando no se sienten queridos o atendidos. Tratan constantemente de llamar la atención.

Utilizan al prójimo

Los vanidosos generalmente tratan de aprovecharse de los demás para su propio beneficio. Realmente no muestran interés por ellos, únicamente tratan de conseguir algo de los demás. Y es que, como hemos comentado, el vanidoso tiende a pensar en uno mismo.

Cómo evitarlo

La vanidad no puede ser considerado una enfermedad, sino como un rasgo de la personalidad. No obstante, se puede remediar. Para empezar, tratando de vivir en paz, sin envidias ni sentimientos que destruyan tu energía positiva.

Los vanidosos siempre tratan de resultar vencedores. Una buena técnica para evitarlo es olvidarse de dividir el mundo entre ganadores y perdedores. Una vez más, vivir en paz con uno mismo es la principal victoria y, a la larga, te permitirá salir airoso en más ocasiones. No hay nadie mejor que otro en el mundo. Cuando proyectas sentimientos de superioridad, eso es lo que te devuelven, y te lleva al resentimiento y en última instancia a sentimientos de hostilidad.

El sacerdote que reconoce sentirse "tentado por la vanidad"

Una de las mejores definiciones que se han dado en torno a la vanidad a través de las redes sociales lo ha protagonizado en su cuenta oficial de Twitter el youtuber Daniel Pajuelo Vázquez, más conocido como SM Dani. Es un sacerdote católico, de la congregación de los marianistas que ha logrado reunir a más de 700.000 seguidores en su canal de Youtube.

Una fama a través de las redes sociales que le podría haber llevado a la vanidad. De hecho, es su mayor tentación, contra la que lucha cada día: “Tengo muchas tentaciones y a diario, la peor es la vanidad. Los aplausos son como un sedante que te va endureciendo el corazón, te hace insensible a los verdaderos sufrimientos y necesidades de las personas. Creo que esta tentación puede estar más presente en mi vida, quizás por mi carácter de persona pública”.

Mi peor tentación creo que es la vanidad. Los aplausos son como un sedante que te va haciendo insensible a los verdaderos sufrimientos de las personas.

��Enlace: https://t.co/ZuW8SzemHm pic.twitter.com/A1lTtu0wIP

— smdani �� (@smdani) February 9, 2020

El mero hecho de reconocerlo es un síntoma de que la vanidad no se ha apoderado del sacerdote. Por si acaso, uno de los usuarios le envió un tuit de respuesta, haciendo alusión al cantautor y poeta argentino, Facundo Cabral: "Doy la espalda al buen comentario porque quién acepta un buen comentario empieza a ser dominado". 

Cómo decía Facundo Cabral, "doy la espalda al buen comentario porque quién acepta un buen comentario empieza a ser dominado". Bendiciones Dani.

— El buen David �� (@David_sDh) February 9, 2020