"Hola, Giacomo, soy yo, buenas noches... soy el Papa Francisco". Así saludó el Papa Francisco al italiano Giacomo Cofano, en una llamada "inesperada" para expresarle sus condolencias por la pérdida de su mujer.
El italiano había quedado viudo tras el fallecimiento de su esposa el pasado 17 de diciembre, que perdió la vida en un hospital de Brindisi (sur de Italia) tras dar a luz a sus dos gemelos.
"Me llamó como lo hace un amigo"
Según revela Cofano en una entrevista con un diario local, su vida volvió a cobrar "sentido con esa llamada inesperada, con esos minutos y palabras de consuelo" que el Papa le dedicó, como él mismo dice, "como se hace con un amigo".
la llamada se produjo gracias a la intervención del párroco amigo de la familia, Donato Liuzzi, qué informó de la tragedia al Santo Padre para que encomendara a sus oraciones a la joven madre fallecida. Según relatan medios locales, el viudo escribió esa misma noche una carta de agradecimiento a los médicos y al personal sanitario que se esforzaron por "intentar salvar la vida de su mujer, que llegó al hospital con un cuadro clínico ya grave".
