El Papa Francisco recuerda la "indescriptible crueldad" del Holocausto: "¡No debe repetirse más!"

Tras la Audiencia General, Francisco hizo un llamamiento a las familias "para que fomenten en las nuevas generaciones la conciencia del horror de esta página negra de la historia"

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Este jueves, 27 de enero, se celebra el Día Internacional de la Memoria, 76º Aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, símbolo del Holocausto que quebró la vida de millones de personas y familias.

El Papa Francisco, al final de la Audiencia General de este miércoles, ha querido recordar “el exterminio de millones de judíos y personas de diferentes nacionalidades y creencias religiosas”. Y ha remarcado además que “¡esta indescriptible crueldad no debe repetirse más!”.

El Santo Padre además ha hecho un llamamiento a todos, “especialmente a los educadores y a las familias, para que favorezcan en las nuevas generaciones la conciencia del horror de esta página negra de la historia. No hay que olvidarla, para que se pueda construir un futuro donde la dignidad humana ya no sea pisoteada”.

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El abrazo con Lidia Maksymowicz, superviviente de Auschwitz

Este llamamiento del Santo Padre se convirtió en un abrazo al final de la Audiencia General, cuando Francisco – sentado en un silla por sus problemas a la rodilla – quiso saludar a Lidia Maksymowicz, una mujer polaca de origen bielorruso, internada en el campo de concentración de Auschwitz – Birkenau con su madre a los tres años y que luego de haber desaparecido, fue reencontrada en edad adulta en Rusia.

Es el segundo encuentro entre el Papa y Lidia ya que el pasado 26 de mayo de 2021, siempre al final de una Audiencia General celebrada en el patio de San Dámaso, Lidia había saludado a Francisco que, ante el asombro colectivo, se había inclinado para besar el número tatuado en su brazo, en recuerdo, después de 77 años, del horror vivido: “70072”.

En una entrevista a Vatican News, inmediatamente después de la Audiencia, Lidia aseguró que “el beso del Santo Padre me fortaleció y me reconcilió con el mundo”. Francisco también acarició este miércoles el tatuaje del brazo de Lidia, que además llevó algunos regalos al Santo Padre, entre ellos el libro sobre su vida, “La bambina che non sapeva odiare” (La niña que no sabía odiar”) y una fotografía impresa en lienzo de un encuentro con San Juan Pablo II, del que la superviviente dijo que era muy devota.



La visita del Papa al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau

Francisco visitó el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau durante su viaje a Polonia en 2016. El Papa pudo ver las oraciones ante el muro de las ejecuciones o visitar la celda donde San Maximiliano Kolbe pasó los últimos momentos de su vida, abrazó los supervivientes y paseó con la cabeza inclinada entre los monumentos del campo de concentración.

Al finalizar la visita dejó escrita una oración en el Libro de Honor del campo de exterminio: “Señor ten piedad de tu pueblo. Señor, ¡perdón por tanta crueldad! Señor, ten piedad de tu pueblo. Señor, perdónales por tanta crueldad”.



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