El Papa Francisco, en la Audiencia General: "El Evangelio se anuncia moviéndose, caminando, yendo"

El Santo Padre ha centrado de nuevo su catequesis sobre el apóstol Pablo: "Un anunciador está preparado para partir, y sabe que el Señor pasa de forma sorprendente"

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Después de vivir una intensa Semana Santa, el Papa Francisco ha vuelto este miércoles a presidir la Audiencia General en una soleada Plaza San Pedro. El Santo Padre ha continuado sus catequesis en sobre el tema de la “pasión de evangelizar” y ha centrado, por segunda vez, su meditación reflexionando sobre la figura del apóstol Pablo.

Francisco ha recordado como incluso Pablo “no ignora el peligro de un celo distorsionado, orientado en una dirección equivocada; en este peligro había caído él mismo antes de su caída providencial en el camino de Damasco. A veces tenemos que lidiar con una preocupación mal orientada, obstinada en la observancia de normas puramente humanas y obsoletas para la comunidad cristiana”.




El Obispo de Roma ha alertado del “falso impulso evangélico mientras se está persiguiendo en realidad la vanagloria o las propias convicciones”. Tras reflexionar sobre un pasaje de la Carta a los Efesios del apóstol Pablo (Ef 6,13-15), el Papa ha subrayado que “el celo evangélico es el apoyo en el que se basa el anuncio, y los anunciadores son un poco como los pies del cuerpo de Cristo que es la Iglesia. No hay anuncio sin movimiento, sin “salida”, sin iniciativa. No se anuncia el Evangelio parados, cerrados en una oficina, en el escritorio o en el ordenador haciendo polémicas como “leones de teclado” y sustituyendo la creatividad del anuncio con el corta y pega de ideas cogidas aquí y allí. El Evangelio se anuncia moviéndose, caminando, yendo”.

“Un anunciador está preparado para partir, y sabe que el Señor pasa de forma sorprendente; por tanto, debe estar libre de esquemas y predispuesto a una acción inesperada y nueva”, ha remarcado Francisco.




Al final de la Audiencia General, el Santo Padre ha subrayado que “quien anuncia el Evangelio no puede estar fosilizado en jaulas de plausibilidad o en el “siempre se ha hecho así”, sino que debe estar preparado para seguir una sabiduría que no es de este mundo”.

“Es importante tener esta prontitud a la novedad del Evangelio, esta actitud que es un impulso, un tomar la iniciativa, un “primerear”. Es un no dejarse escapar las ocasiones para promulgar el anuncio del Evangelio de paz, esa paz que Cristo sabe dar más y mejor de como la da el mundo”, ha dicho el Papa terminado su catequesis de este miércoles.

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