La ayuda del Papa Francisco en Ucrania: 15 millones en 4 años y un millón de personas ayudadas

El pasado domingo al final del rezo del Ángelus Papa Francisco pidió el alto el fuego en la zona fronteriza con la región separatista de Donbás

Tiempo de lectura: 2’

Oración y caridad: estas son los brazos que el Papa Francisco ha extendido desde el comienzo de su Pontificado al querido pueblo ucraniano siguiendo con especial atención los dolorosos acontecimientos de la guerra que aflige a sus habitantes desde el año 2014. Francisco ha recordado a este pueblo en varias ocasiones, lanzando llamamientos a nivel mundial, de manera pública y privada, como lo hizo el domingo 26 de julio al final del rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro, saludando con esperanza y pidiendo el alto el fuego en la zona fronteriza con la región separatista de Donbás.

ctv-tsc-guerra-dombas

La luz del Papa sobre esta realidad

Hablar de un conflicto que nunca ha cicatrizado, llamarlo "herida" en la que los niños pagan el precio más alto, e instar a la comunidad internacional a llegar a soluciones que den "frutos de paz en la justicia, "es importante para nosotros los ucranianos", ha explicado Monseñor Eduard Kava, obispo auxiliar de Leópolis en entrevista con Vatican News.

El testimonio del prelado ayuda a recorrer la evolución del proyecto humanitario "Papa para Ucrania", querido por Francisco como un signo concreto de afecto y solidaridad sin distinción de religión, confesión o etnia.

"Tenemos a nuestra disposición calefacción, medicinas, ropa y alimentos, herramientas para higiene y apoyo psicosocial. Proyectos que han sido completados y ahora queda el trabajo de suministro de maquinaria para un hospital dedicado a los niños", añade monseñor Kava.

ctv-zmq-angelus

Un signo de ecumenismo

La acción, encomendada a la supervisión del Departamento del Servicio de Desarrollo Humano Integral, se ha llevado a cabo en los últimos años sobre el terreno - mediante la colaboración constante de la Nunciatura Apostólica - por un Comité Técnico con sede en Zaporizha, durante el primer año, y por la Secretaría Técnica con sede en Kiev para el año siguiente. A su lado, en completa sintonía, trabajan las organizaciones caritativas de la Iglesia, pero también otras denominaciones cristianas y organizaciones internacionales encargadas específicamente.

"Un bello signo de ecumenismo", ha comentado Monseñor Kava, que habla de un trabajo hecho verdaderamente en unidad, al servicio de los pobres, de los niños con dificultades vinculadas a las tendiones de la guerra, de las familias numerosas, de los ancianos que lo han perdido todo y que viven con pensiones muy bajas.

"Esa emergencia ya no existe, pero - señala el prelado - quedan otras necesidades por cubrir y el trabajo de la Iglesia sigue siendo necesario".

Religión