El papa León XIV pide que los fieles supliquen a Dios que conceda la paz a los pueblos que viven la tragedia de la guerra
La Audiencia General de este miércoles, programada para las 10 de la mañana, se trasladó al Aula Pablo VI debido a las altas temperaturas
León XIV
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En la Audiencia General de este miércoles, el Papa León XIV invitó a los fieles a reflexionar sobre el episodio evangélico en el que Jesús, durante la Última Cena, anuncia que uno de sus discípulos lo traicionará. El Pontífice subrayó que el amor verdadero no puede prescindir de la verdad y que la pregunta de los apóstoles, "¿Seré yo?", es una de las más sinceras que puede hacerse un creyente, porque nace del reconocimiento de la propia fragilidad.
León XIV explicó que Jesús no denunció a Judas para humillarlo, sino para abrir un camino de salvación y misericordia, recordando que Dios no se venga del mal, sino que se entristece por él. "Aunque podamos traicionar, Él nunca deja de amarnos", afirmó, alentando a los cristianos a vivir conscientes de que el amor de Dios permanece fiel incluso en medio de las caídas.
Ha sido una Audiencia General emotiva en la que el Pontífice se ha detenido a pedir la unión del pueblo. Se ha detenido, en el saludo a los peregrinos procedentes de Polonia, para recordar la figura de San Maximiliano María Kolbe, quien en el campo de concentración de Auschwitz ofreció su vida para salvar a un padre de familia. Pidió que rueguen a Dios para que conceda la paz a todos los pueblos que sufren el drama de la guerra.
Dirigiéndose después a los fieles de lengua árabe, especialmente a los provenientes de Irak y de Tierra Santa, el Pontífice les impartió su bendición y les deseó que el Señor los proteja siempre de todo mal.
Jesús no se escandaliza de la fragilidad humana
El Papa destacó que ninguna amistad está libre del riesgo de traición, pero Jesús sigue confiando y compartiendo el pan incluso con quien lo entregará. "Esta es la fuerza silenciosa de Dios: no abandona nunca la mesa del amor", dijo, animando a los fieles a mantener abierta la puerta a la conversión y a la reconciliación.
León XIV insistió en que la fe no evita la posibilidad de pecado, pero ofrece siempre una vía de salida: la misericordia. "La salvación comienza en la conciencia de que podemos fallar, pero también de que podemos reconstruir la confianza y custodiarla", aseguró.
LEON XIV
La traición como ocasión de renacer
En su catequesis, el Pontífice explicó que el dolor por la posibilidad de fallar no debe llevar a la desesperación, sino a una renovación interior. Recordó que el lamento de Jesús, "Ay de aquel por quien el Hijo del hombre será entregado", no es una maldición, sino una expresión de compasión profunda por quien se aparta del amor.
Para León XIV, el reconocimiento del límite humano es el punto de partida para un nuevo comienzo: "Si nos dejamos tocar por el dolor de Cristo, podemos finalmente nacer de nuevo", afirmó, invitando a todos a dejarse alcanzar por un amor "humilde, herido, pero siempre fiel".
la agenda del papa
Esta tarde León XIV se trasladará a Castel Gandolfo para continuar su descanso en la residencia de Villa Barberini, ubicada dentro de las Villas Pontificias. Durante su estancia, el viernes 15 de agosto, solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María, el Santo Padre presidirá la Santa Misa a las 10:00 h en la parroquia de San Tomás de Villanova de Castel Gandolfo. Más tarde, a las 12:00 h, dirigirá la oración del Ángelus desde la entrada del Palacio Papal, en la Piazza della Libertà.
El domingo 17 de agosto, a las 9:30 h, el Papa celebrará la Eucaristía en el Santuario de Santa Maria della Rotonda, en Albano Laziale, junto a las personas en situación de pobreza atendidas por Cáritas diocesana y sus colaboradores. A mediodía, volverá a la Piazza della Libertà de Castel Gandolfo para rezar el Ángelus y, posteriormente, compartirá un almuerzo con los beneficiarios y voluntarios de Cáritas en el Borgo Laudato, dentro de las Villas Pontificias.