El Papa León XIV invita a mirar la vida desde la esperanza: “Cada día puede ser un nuevo comienzo”
El Pontífice explica que la Resurrección de Cristo representa la posibilidad de renacer cada día y también pide al mundo no olvidar al pueblo de Myanmar, quienes siguen sufriendo las consecuencias de la guerra
León XIV
Madrid - Publicado el - Actualizado
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En la Audiencia General celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV dedicó su catequesis semanal a hablar de la esperanza. No una esperanza abstracta o lejana, sino aquella que, según dijo, puede cambiar la manera en que cada persona enfrenta los momentos difíciles de la vida. “La Pascua de Jesús no pertenece a un pasado lejano. Es algo que sigue vivo, el acontecimiento que da sentido a la fe y a la existencia de cada día”, afirmó el Pontífice ante miles de peregrinos.
El Papa explicó que el mensaje de la Resurrección no es solo una enseñanza religiosa, sino también una invitación a no rendirse. “Cada día es Pascua”, dijo, recordando que incluso entre el dolor, la tristeza o la pérdida, el ser humano sigue buscando plenitud y sentido. Citó a la filósofa y santa Teresa Benedicta de la Cruz para subrayar que todos llevamos dentro el deseo de volver a empezar. “El ser humano anhela siempre volver a recibir el don de la existencia”, recordó.
Según León XIV, el mensaje pascual es un camino de transformación personal y colectiva. “La Pascua no elimina la cruz, pero la vence. Transforma el camino del sufrimiento en camino de luz”, señaló. E insistió: “Creer verdaderamente en la Pascua significa dejarse transformar para poder transformar el mundo con la fuerza de la esperanza.”
León XIV
“Pienso en Myanmar”: un país que no debe quedar en el olvido
El Papa volvió a dirigir la mirada hacia las guerras y crisis que siguen golpeando a millones de personas en el mundo. En particular, pidió no olvidar a Myanmar, un país del sudeste asiático que vive sumido en la violencia desde el golpe militar de 2021.
“Los invito a unirse a mi oración por todos los que sufren a causa de los conflictos armados en diversas partes del mundo. Pienso en particular en Myanmar”, dijo León XIV. “Exhorto a la comunidad internacional a no olvidar al pueblo birmano y a brindar la asistencia humanitaria necesaria.” La guerra en Myanmar ha provocado miles de muertos y millones de desplazados. Muchas comunidades han sido destruidas, y gran parte de la población vive sin acceso a agua, alimentos o atención médica. Mientras la atención mundial se centra en otros conflictos, el Papa quiso recordar que allí también hay familias que esperan ayuda y reconocimiento.
Con este llamado, León XIV volvió a subrayar una de las ideas centrales de su pontificado: la esperanza no es pasiva, debe traducirse en gestos concretos de solidaridad. El mensaje del Papa combinó así dos dimensiones inseparables: la espiritual y la humana. Habló de la Resurrección como una fuerza que ayuda a levantarse tras las caídas, pero también como un compromiso real con quienes viven bajo el peso del dolor o la injusticia. “La esperanza no defrauda.” Un recordatorio para todos de que, incluso cuando el mundo parece hundirse en la oscuridad, siempre hay un camino para volver a empezar.
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