El 15% de los alumnos matriculados en Escuelas Católicas sufrieron los efectos de la brecha digital

El secretario general de Escuelas Católicas, José María Alvira, ha afirmado que están tratando de paliar los efectos de la brecha digital, de momento sin ayudas públicas

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Arranca el curso escolar 2020/2021 en condiciones difíciles por los efectos de la pandemia del COVID-19. Atrás quedan meses de preparación y adaptación de los centros para garantizar las medidas de seguridad y de higiene que eviten los contagios. Pero todos son conscientes de que el riesgo cero no existe, y la vuelta a la teledocencia es una amenaza que será una constante durante el año.

Como no puede ser de otra manera, desdeEscuelas Católicas también se ha realizado un esfuerzo importante durante el verano para garantizar la seguridad de alumnos, profesores y administativos. Y es que la mayoría coinciden en que lo mejor es que los alumnos, especialmente los de Infantil, estén en clase. Una opinión que comparte el secretario general de Escuelas Católicas, José María Alvira, quien en COPE.es afirma que “tras seis meses sin que los alumnos estén en su hábitat normal con los profesores y compañeros, no es bueno prolongar esta situación anómala. Las orientaciones que nos dieron hace días el Ministerio y las Comunidades Autónomas son razonables y tratamos de llevarlas a efecto”.

La guerra contra la brecha digital entre el alumnado

La implantación de las medidas no ha sido tarea sencilla. Este verano apenas ha habido vacaciones para los centros. El objetivo no ha sido solo adaptar las aulas a la normativa, sino reducir uno de los males que parece haberse descubierto durante la pandemia: la brecha digital entre el alumnado.

Escuelas Católicas no es ajena a esta problemática, pese a que el secretario general precisa que la situación es diferente a la de marzo, cuando hubo que improvisar rápidamente: “Había alumnos en peores condiciones a la hora de disponer de los instrumentos adecuados para que tuvieran posibilidad de seguir la teledocencia. Ahora nos coge algo más preparados. Hemos ido paliando la situación proporcionando a los alumnos que no lo tengan los instrumentos adecuados en la medida de lo posible. Esto supone un gasto y la administración debe ser sensible a ello”.

El 15% del alumnado, con dificultades para seguir las clases

Y es que según una encuesta realizada por el propio organismo a finales del pasado curso, en torno al 15% de los alumnos tuvieron dificultades para seguir la enseñanza a distancia: “La mayoría de estos casos no disponían de los instrumentos adecuados, en otros casos el problema era la organización entre los familiares, porque los padres también necesitaban ordenadores para teletrabajar. Además, en algunos estudiantes había desmotivación para estudiar telemáticamente. A algunos alumnos tuvimos que enviarle los trabajos en papel por correo para que no se quedaran atrás”.

Las ayudas públicas siguen sin llegar

Ahora en septiembre, Alvira espera que esa tasa se vea reducida. Para ello, espera que pronto lleguen los fondos públicos que el Estado concede a las Comunidades Autónomas: “Hasta ahora no han llegado las ayudas. Pedimos que esos fondos lleguen a los centros públicos y concertados. Han sido los propios centros quienes han hecho la aportación y esperamos que lleguen esos fondos pronto. Tampoco olvidamos el esfuerzo de algunas familias para dotar del material necesario a sus hijos. La mayoría de las autonomías ya han comunicado que no harán distinción entre centros públicos y concertados para recibir las ayudas”, subraya José María Alvira.

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