La historia de Reis, el sacerdote-bombero que contribuyó a rescatar supervivientes tras el temporal de Brasil

El 15 de febrero, la ciudad brasileña de Petrópolis quedó devastada como consecuencia de la tormenta que inundó buena parte del territorio y que dejó dos centenares de muertos

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El pasado 15 de febrero, la ciudad brasileña de Petrópolis quedó devastada como consecuencia de la tormenta que inundó buena parte del territorio y que dejó dos centenares de muertos y otros tantos desaparecidos.

Se trata del mayor número de víctimas mortales registradas por una tormenta en la ciudad carioca. Hasta entonces, la mayor catástrofe había ocurrido en 1988, cuando murieron 171 personas. La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil hizo un llamamiento a los católicos del país para socorrer a los damnificados.

Las imágenes con las consecuencias del temporal han dado la vuelta al mundo. Todo el mundo quiso echar una mano ante semejante panorama y emergencia sanitaria. Entre ellos, un sacerdote que se unió al cuerpo de bomberos para ayudar en las tareas de rescate de los supervivientes.

Se trata del Padre Sebastiao Reis, perteneciente a la Archidiócesis de Niterói, en Río de Janeiro, y que desde hace más de dos décadas es el administrador de la parroquia Santa Luzia, en San Gonzalo,

El sacerdote brasileño relató que su interés en ser bombero voluntario surgió después de llevar un curso de primeros auxilios, y que logró calificarse para esta labor, “a medida que llegaban las oportunidades” para atender emergencias.

Explicó que como bomberos “en cierto modo, hacemos un juramento de no omitirnos cuando sucede un accidente”. Por eso, poco tiempo después de que ocurrieron las inundaciones, el sacerdote se ofreció como voluntario en su ciudad.

El religioso relató que cuando llegó a la zona afectada en Petrópolis encontró “un escenario de destrucción total”. Señaló que su vocación sacerdotal y su misión como bombero voluntario tienen en común “el prójimo”, y aseguró que no hay manera de separar su sacerdocio con el servir como bombero. “Nosotros tratamos almas para Dios y vidas para la familia”, dijo.

El Padre Reis comentó que durante su servicio como bombero también ha ejercido su ministerio sacerdotal “a través de oraciones silenciosas durante el camino por la ciudad”, en las que ha clamado “al buen Dios por todos”, y con “la celebración de la Santa Misa”.

El martes 22 de febrero, cuando se celebró la Misa por las víctimas, el sacerdote dijo que estuvo “escuchando a los petropolitanos y aconsejándoles. Pero el solo hecho de estar aquí en estos lugares, ya es una prueba de unidad en el dolor, por amor, al fin y al cabo: quien más ama, más sufre”, aseguró.

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