Una iglesia es asaltada en una ciudad de México: "El individuo llevaba una barra, había una niña llorando"

El párroco de la Divina Providencia ha relatado como sucedieron estos hechos que ha conmocionado a la comunidad católica del barrio

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la capilla de la Divina Providencia en Ciudad Guzmán de México vivió un triste episodio el pasado viernes, 12 de junio, cuando un individuo accedió al interior del templo para provocar destrozos. Un hecho que ha causado una gran conmoción e indignación entre los feligreses y la comunidad católica de la zona.

En declaraciones a medios locales, el párroco de San Pedro Apóstol, que es también encargado de gestionar la parroquia de la Divina Providencia, el Padre Alfredo Hernández Gaspar, párroco de San Pedro Apóstol que tiene a su cargo la capilla, explicó que "el jueves un sujeto intentó robar una campana pero la policía la recuperó aunque no lo detuvo".

Un día más tarde, continúa relatando el sacerdote, "escucharon ruidos en la capilla de la Divina Providencia, una señora llamó a la policía, el señor llevaba una barra y forzó el barandal, la puerta de entrada y empezó a romper objetos: el altar, el ambón, el Cristo del centro, una imagen del Sagrado Corazón de Jesús”, precisaba el religioso a la prensa.

El Padre Alfredo fue más allá, y precisó que el vándalo es una persona conocida en el barrio de la Divina Providencia,. De hecho, anteriormente cometió otros destrozos similares, pero nunca llegó a profanar el sagrario. Para el párroco, episodios de este tipo ponen de manifiesto que “la falta de respeto a los lugares sagrados. Las personas que acudieron y vieron esto se manifestaron muy dolidas, había una niña llorando. Eso habla de que hay sentimientos de fe en las personas”.

El sacerdote indicó asimismo que varias personas han manifestado su solidaridad y han expresado su disposición a “colaborar para atender estos daños que ocurrieron en el templo”. Por último, el religioso instó a la sociedad a ser "respetuosos de las diferentes manifestaciones de fe que hay. Debemos ser respetuosos de las personas y los objetos sagrados que las personas valoran mucho”.

Finalmente el sacerdote animó a unirse en oración ante estos hechos y a crecer “en el respeto a la dignidad de las personas y todo lo que nos rodea”.

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