Los cristianos afectados por las inundaciones de Pakistán sufren discriminación a la hora de recibir ayudas

La Iglesia de Pakistán está desbordada para ayudar a las familias afectadas por las lluvias. En 'Ecclesia al día' analizamos las aportaciones de Ayuda a la Iglesia Necesitada

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Pakistán vive su mayor emergencia en treinta años como consecuencia de las fuertes inundaciones provocadas por las lluvias, que ha dejado más de 1.500 fallecidos y más de treinta millones de afectados. En este contexto, el apoyo de Ayuda a la Iglesia Necesitada es fundamental ante el colapso que sufren las parroquias de la minoría cristiana del país.

Y es que no son pocas las familias que se vieron obligadas a refugiarse en las iglesias o las casas parroquiales. Por ello, la fundación pontificia ha lanzado un paquete de ayudas para paliar tantas necesidades. El arzobispo de Karachi, Benny Travas, ha asegurado en 'Ecclesia al día' de TRECE que la situación es de destrucción.

“Hay mucha gente que llora, niños que nunca se vieron obligados a mendigar y ahora viven en la calle. Es muy difícil anímica y espiritualmente cuando ves tanta destrucción, pero la generosidad de la gente me ha impactado mucho. Hay profesores de escuelas católicas que han donado un día de su sueldo para ayudar a los afectados”, ha explicado.

Asimismo, ha lamentado que los cristianos en Pakistán han sufrido la discriminación en el reparto de ayudas de comida: “Hay discriminación por parte del gobierno y de algunas ONGs, así que hemos priorizado la distribución de comida en primer lugar a la comunidad cristiana porque sufren la discriminación en algunas regiones”, apunta el arzobispo de Karachi.

Mientras tanto, el 90% de la diócesis de Hyderabad está inundada por las lluvias, tal y como ha recalcado su obispo, Samson Shukardin: “Estamos muy agradecidos por la generosidad de los benefactores de Ayuda a la Iglesia Necesitada, porque no esperábamos esta respuesta del exterior. Esta ayuda nos ha permitido apoyar a la gente pobre de distintas maneras. Hemos entregado paquetes de ayuda, medicinas, tiendas de campaña, reparado casas y apoyar a gente que ha perdido sus cosechas”.

El Padre David también trabaja cada día en una de las zonas más pobres de Islamabad, capital de Pakistán. El sacerdote acompaña a los más necesitados para darles una esperanza a este pueblo sufriente. En las calles de esta zona no hay gas, ni desagües, ni alcantarillado. El agua está sucia. Muchos cristianos se ven obligados a rebuscar en la basura.

“Como no hay agua limpia hay muchos mosquitos y las familias sufren la fiebre del dengue. La Iglesia trabaja por el desarrollo social de la gente, porque Jesús abrazó a los pobres y trabajó para ellos. Ahora estoy intentado construir una parroquia porque soy el primer sacerdote en esta zona”, ha puntualizado el religioso en 'Ecclesia al día'

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