Juan González Núñez: “El Domund mantiene el trabajo misionero, de evangelización y es algo que nos une”

El actual administrador apostólico de la diócesis de Hawassa explica que "el Domund es el emblema de que todavía los cristianos quieren que el mensaje cristiano se difunda"

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El Domund se celebra cada año en todo el mundo, el penúltimo domingo de octubre, para apoyar a los misioneros en su labor evangelizadora, desarrollada entre los más pobres. Es una llamada a la responsabilidad de todos los cristianos en la evangelización. Es el día en que la Iglesia lanza una especial invitación a amar y apoyar la causa misionera, ayudando a los misioneros. Coincidiendo con esta celebración, el misionero comboniano y actual administrador apostólico de la diócesis de Hawassa en Etiopía, Juan González Núñez, ha atendido a ECCLESIA para contarnos su experiencia y lo importante que es esta campaña.



En lo que respecta a la campaña del Domund y su relación misionera, explica que esta campaña “representa lo que los misioneros somos, la identidad de los misioneros. El Domund mantiene el trabajo misionero y de evangelización y es algo que nos une a todos. En todas las parroquias que he visto, hasta en la más humilde de Etiopía, se celebra el día del Domund y se hace colecta y se manda a Roma con los mismos mecanismos que se realiza todo aquí. Para mí el Domund es el emblema de que todavía los cristianos quieren que el cristianismo y el mensaje cristiano se difunda”.

González ha indicado que viajó a Etiopía por primera vez en el año 1976. “Tengo unos 46 años de experiencia como misionero y todos estos años dan para mucho”. Cuenta que llegó al país con temor, ya que “justo cuando llegué hubo un cambio de Gobierno y entró una revolución marxista que pensábamos que nos iban a echar a todos, pero sin embargo pudimos hacer nuestra labor tranquilamente”.

"Algunos alumnos míos son ahora los dirigentes de la Iglesia en Etiopía"

Explica que durante cinco años participó en una misión y que eran unos 100 católicos, un número pequeño. Inesperadamente fue enviado a uno de los Seminarios Mayores de Etiopía donde se dedicó a la formación durante seis años. Comenta por orgullo que “algunos de los que eran mis alumnos ahora son los dirigentes de la Iglesia Católica de Etiopía. Algunos son obispos, otros provinciales o pertenecen a distintas entidades religiosas. Eso me ha ayudado muchísimo a entrar en la Iglesia etíope, y también la del rito etíope, que no es nada sencilla”.

Su último servicio

Por último explica que una vez ha superado los 75 años de edad le han pedido ser administrador apostólico de la diócesis de Hawassa en Etiopía. Comenta entre risas que “cuando uno es obispo casi que ya se retira y a mí al pedirme esto fue algo que me costó”. Afirma y asume que será “la última experiencia en Etiopía y está siendo bonita a pesar de las muchas dificultades que tenemos. Es el último servicio que estoy prestando y después de esto espero todavía tener salud para volver a la primera evangelización y a los sitios donde yo estuve y las distintas tribus en las que pude vivir”.

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