La hermana Luisa, la religiosa italiana asesinada en Haití: “Se convirtió en un punto de referencia"

Acabaron con su vida durante un intento de robo en una zona difícil y violenta de la periferia de Puerto Príncipe

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“La consideramos una mártir”. Así se expresaba el obispo de la diócesis haitiana de Anse-à-Veau-Miragoâne (la más pobre del país), Pierre-André Dumas, tras la pérdida de la hermana Luisa dell'Orto, la religiosa de origen italiano asesinada el pasado sábado durante un intento de robo. El 25 de junio perdió su vida y el 27 cumpliría 65 años. El obispo ha llegado a conocer muy bien a la que ha sido llamada el ángel de los niños de la calle y de los más pobres: “Nuestra pequeña hermana del Evangelio de Charles de Focauld trabajaba en una zona difícil y violenta de la periferia de la capital, Puerto Príncipe. Un área que siempre desaconsejamos. Sin embargo, la hermana Luisa no tuvo miedo de ir a la barriada más indigente para llevar ayuda concreta a todos”.

La obra de amor y caridad de la hermana Luisa ha fortalecido a la Iglesia en Haití, la ha fortificado de manera excepcional, explica Pierre-André Dumas: "En primer lugar, porque ha trabajado muy bien en la educación de los más pequeños, creando, por ejemplo, hasta clases de danza y sacando a relucir las aptitudes ocultas de los niños y jóvenes, potenciándolas con profesionalidad. En segundo lugar, porque se puso en sintonía con los pobres". En esencia, para esta Iglesia se convirtió en un punto de referencia también porque “la suya fue una existencia vivida en el martirio: una persona discreta que no hacía ruido, pero que encarnaba los verdaderos valores del Evangelio". “También pudimos apreciar todo esto cuando fue formadora en el seminario mayor, un trabajo excelente que duró más de veinte años", asegura el obispo.

Inestabilidad social y pobreza

Monseñor Dumas también intenta explicar el contexto en el que se produjo este brutal asesinato: "Hay una carencia crónica de productos de primera necesidad y un clima de inestabilidad social que se vive en Haití desde hace mucho tiempo. Las relaciones humanas se basan en la inseguridad, porque los enfrentamientos entre clanes han generado violencia: la gente ya no puede vivir normalmente. Basta con pensar en todos los secuestros y asesinatos que se producen con preocupante frecuencia".

La Iglesia, obrera de la paz

En un intento de curar las tensiones sociales, la Iglesia también ha puesto en marcha acciones concretas encaminadas a lograr la paz entre las distintas facciones enfrentadas. “Durante demasiado tiempo, —concluye Monseñor Dumas—, "el pueblo haitiano ha estado sufriendo, debemos darle una oportunidad real de redención. Hay algunos signos de esperanza en el horizonte: muchos se están dando cuenta de que las cosas no pueden seguir así. Los que tienen responsabilidades deben ser capaces de encontrar soluciones, escuchando también los consejos de la Iglesia".

Formación

Graduada en el liceo científico de Lecco, la hermana Luisa se licenció en Historia y Filosofía en 1984. Ese mismo año, ingresó en la Congregación de las Hermanitas del Evangelio de Lyon. Tres años después, se marchó a Camerún: vivió en Salapombe, en un bosque, entre los pigmeos baka, hasta 1990. Mientras tanto, se creó un Grupo Misionero en Lomagna para apoyar a esta población. En 1994, la Hna. Luisa se graduó en Teología en Suiza. De 1997 a 2001 fue misionera en Madagascar, donde, además de diversas actividades pastorales, enseñó Ética General y Especial. Desde 2002, la hermana Luisa fue misionera en Haití. También enseñó Historia de la Filosofía y Doctrina Social de la Iglesia.

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