La vida de Sor Lucía en Haití, el ángel de los niños de la calle: "Hizo de su vida un don para los demás"

La monja italiana fue agredida mientras estaba en la calle y falleció tras su traslado al hospital Bernard Mevs. Era toda una institución en la isla ayudando a los más necesitados

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Hoy, 27 de junio, la hermana Luisa Dell'Orto, habría cumplido 65 años. No los celebrará nunca. El pasado sábado, la monja italiana recibió tres disparos en Puerto Príncipe, la capital de Haití. Probablemente, le dispararon para robarle mientras caminaba. La llevaron de urgencia al Hospital Bernard Mevs, donde murió poco tiempo después.

Llevaba en Haití desde el año 2002, y antes había tenido experiencia misionera en Camerún y Madagascar. Soeur Luisa, como la llamaban todos en Haití, era una institución en la isla. Su hermana María Adela dijo que Luisa “era consciente de que podía pasar algo, porque es evidente, incluso en su última carta lo decía, que la situación era difícil. Pero ella quería quedarse y dar su testimonio”.



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"Me dirán que estoy un poco loca. ¿Por qué permanecer aquí?"

Desde el año 2002, Haití era su casa: dirigió varios centros de acogida y de educación para cientos de niños que vivían en los barrios marginales de la capital de la isla. Durante la pasada Semana Santa, Luis había escrito una carta a sus conciudadanos italianos para recaudar fondos, pero también relatando el clima de violencia que la rodeaba y los continuos asesinatos cometidos en la isla.

El pasado mes de octubre escribió: "Me dirán que estoy un poco loca. ¿Por qué permanecer aquí? ¿Por qué exponerse al riesgo? ¿Qué sentido tiene vivir con tanta incomodidad? ¿No sería mejor que la gente resolviera sus propios problemas? No podemos callar lo que hemos visto y oído. ¡Poder contar con alguien es importante para vivir! Y dar testimonio de que se puede contar con la solidaridad que surge de la fe y el amor a Dios es el mayor don que podemos ofrecer". Toda su vida de misionera se resume en estas pocas palabras que la hermana Luisa escribió a un grupo de misioneros.

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Las palabras del arzobispo de Milán, Mario Delpini

La alcaldesa de Lomagna, su pueblo natal, dirigió un mensaje a todos los ciudadanos expresando su “más sentido pésame” y enviando “el más fuerte abrazo a sus hermanas María Adele y Carmen y a su hermano, el padre Giuseppe. Un abrazo que quiero que llegue también a todas las personas que la conocieron y a todos los niños que ayudó en Haití. Un abrazo que traspasa distancias y fronteras. Estamos todos unidos en la conmoción, en el desánimo, en el desaliento […] La violencia – concluye la alcaldesa – que le arrebató su vida, es la que ella combatió con la fuerza del amor, no se rindió ante las dificultades, al contrario, permaneció y perseveró”.

Este lunes, 27 de junio, por la tarde en Lomagna el arzobispo de Milán, Mario Delpini, presidirá el rezo del Rosario en sufragio de la religiosa.

En un mensaje, el prelado destacó que los misioneros, como sor Luisa, "no van en busca de peligros, sino de signos del Reino de Dios que llega, entre los pobres, entre los que solo son importantes para Dios e ignorados por todos". La vida de la hermana Luisa acabó de una manera inesperada y terrible, pero su legado en la isla permanecerá para siempre.

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