Cáritas reclama a la UE una política migratoria centrada en el ser humano y no en la indiferencia

Con motivo del Día Mundial de los Refugiados que se celebra este domingo, la ONG lamenta que los estados miembros cada vez hagan más inaccesibles la entrada a sus territorios

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Cáritas Europa reclama a la UE una política migratoria centrada en el ser humano y alejado de la indiferencia. En una declaración con motivo del Día Mundial de los Refugiados, que se celebra este domingo, 20 de junio, la ONG de la Iglesia Católica reitera “la necesidad de proteger, promover, acoger e integrar a las personas en situación de movilidad”, así como a acelerar el reasentamiento de los refugiados en los países de la UE.

Cáritas ha recordado que, según el informe anual de ACNUR, más de ochenta millones de personas en todo el mundo viven desplazadas de sus hogares, por lo que muestran su preocupación por que los países de la UE cada vez hagan más inaccesibles la entrada al territorio para los inmigrantes, a través incluso de rechazos ilegales y de manera violenta.

La organización benéfica apunta que todas las fronteras exteriores de la UE están siendo escenario de vulneraciones de derechos humanos. En esta ocasión, Cáritas Europa quiere visibilizar esta situación de vulneración con el ejemplo de la "Ruta de los Balcanes", donde las personas en movilidad han experimentado condiciones terribles y violaciones de derechos humanos durante años mientras intentaban alcanzar la seguridad en la UE.

“Varios documentales revelan historias impactantes y desgarradoras de personas, incluidas familias y niños, que han sido rechazados violenta y repetidamente por la policía y fuerzas fronterizas en varios países del Este. En ellos se ha documentado la violencia y la humillación sistemáticas para evitar los cruces fronterizos, que incluyen desnudar a los migrantes y abandonarlos en el bosque, palizas y torturas, ataques de perros, y la destrucción de sus pertenencias y el robo, como teléfonos celulares y dinero”.

La ONG denuncia que miles de migrantes en situaciones desesperadas duermen a la intemperie en edificios abandonados, en el bosque o en las calles, con el riesgo de morir a causa de las municiones sin detonar abandonadas por el conflicto que arrasó los Balcanes en la década de 1990 y de cuyas consecuencias muchos países siguen recuperándose.

La "Ruta de los Balcanes" no es un caso aislado. Todos los días, personas, incluidos niños de corta edad y bebés, pierden la vida ante nuestros propios ojos, casi con indiferencia, mientras intentan llegar a Europa. En lo que va de 2021, más de 800 personas han desaparecido en aguas del Mediterráneo y más de 10.000 han sido interceptadas y devueltas a Libia, donde se sabe que les aguarda un terrible sufrimiento. A pesar de la absoluta evidencia sobre la dramática situación de los migrantes en Libia, los países europeos continúan cooperando con ese país para evitar la llegada de personas a Europa.

“Como subraya acertadamente el Papa Francisco, la globalización de la indiferencia debe cesar y los países europeos deben respetar los derechos y la dignidad de las personas en movilidad. Las acciones concretas tienen que reemplazar las meras intenciones para poner fin a los rechazos y la violencia, y respetar y defender la Convención sobre los Refugiados, así como los valores en los que se basa la UE”, señala Maria Nyman, secretaria general de Cáritas Europa.

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