Victoria Braquehais, misionera en Camerún: “Las posibilidades de desarrollo deben llegar a todas partes”
La misionera ha destacado en el II Congreso Iglesia y Sociedad Democrática que "el desarrollo de la educación es fundamental para salir de la pobreza"

ctv-9pg-captura-de-pantalla-2022-03-10-a-las-171338
Publicado el - Actualizado
6 min lectura
Victoria Braquehais ha participado esta tarde en un coloquio sobre los retos del mundo global, donde ha expresado que “la pobreza es un tema que no se ha olvidado, pero a veces no lo tenemos lo suficientemente presente. Necesitamos que las posibilidades de desarrollo lleguen a todas partes. Dentro del marco de la pobreza destacaría el desarrollo de la educación por parte de todo el mundo, porque creo que es algo fundamental para salir de la pobreza y especialmente la educación de las mujeres y de las niñas”.
La jornada de tarde del II Congreso Iglesia y Sociedad Democrática, organizado por la Fundación Pablo VI ha reunido a la misionera en Camerún de la Congregación Pureza de María, Victoria Braquehais, la filósofa y catedrática de Ética de la Universidad Valencia, Adela Cortina, y a la viróloga y codirectora del Laboratorio de Coronavirus CNB-CSIC, Isabel Sola. Durante el coloquio se han tratado temas sobre los retos del mundo global.
El primero de los temas que se ha tratado ha sido el del conflicto que actualmente se vive en Ucrania propiciado por la invasión rusa. Adela Cortina ha expresado que “a partir de los años 90 empezamos a darnos cuenta de que hay un retroceso de la democratización y empieza a subir el número de países autocráticos, es decir, que todo depende de la voluntad de una persona. Si aumenta el número de autocracias el mundo pierde muchísimo y en ese momento estamos ahora. Creo que es un momento verdaderamente preocupante y la crisis de Ucrania nos ha dejado a todos absolutamente estupefactos. No podíamos pensar que en pleno siglo XXI pasase esto, después de lo que sufrimos en el siglo pasado con autocracias y totalitarismos. Todo ese sufrimiento no ha servido para nada, no hemos aprendido que eso no puede ser”.
La filósofa ha afirmado también que “en el corazón de todo hombre siempre hay un afán de libertad y de igualdad que no se puede anular y que no puede anular ningún autócrata. Hay que dar razones para la esperanza y tenemos mucho trabajo en ese sentido. La esperanza hay que construirla”.
Por su parte y tratando este tema, Victoria Braquehais ha querido “mostrar el máximo rechazo a la guerra y a cualquier tipo de invasión o imposición de unos sobre otros. Debemos tener una mirada más amplia. Para mí la perspectiva de vivir en África y concretamente en Camerún hace que tengamos cerca de casa distintos conflictos. El coronavirus nos ha enseñado que, como decía el Papa Francisco, hasta que no estemos todos salvados no está salvo a nadie. Este conflicto en Ucrania nos ha impactado muchísimo y por supuesto que es un tremendo drama humano, pero nos hace abrir los ojos a que muchísima gente en el planeta vive realidades muy duras. Sueño con que podamos construir algo juntos entre todos con un horizonte”.
En relación a la situación de la pandemia de la covid-19, Isabel Sola ha explicado que “hay razones objetivas para la esperanza y necesitamos todos contribuir a ella. Afortunadamente después de estos dos años de tantísimo sufrimiento, gracias a las vacunas y a la inmunidad, que es el principal escudo protector ante cualquier enfermedad infecciosa, hemos llegado a un punto en el la inmunidad nos permite convivir con el virus de forma que aunque nos infectemos hace que no tengamos una enfermedad severa y no tengamos un alto riesgo de morir. No estamos en una situación perfecta y hay espacio para mejorar. La ciencia tiene que seguir contribuyendo y continuar avanzando”.
Las corrientes negacionistas sobre la covid-19 y las vacunas
Sobre este tema Isabel Sola ha sido tajante. “Tengo la hipótesis de que a la especie humana nos resulta complicado aceptar que somos vulnerables y pensar que, desde el punto de vista de la biología, somos una especie más y puede aparecer un virus que está en su reservorio, saltar a la especie humana y tener unos efectos tan devastadores como ha tenido este nuevo virus que ha emergido. Aceptar que somos vulnerables y que somos una especie más nos cuesta mucho, pensando que somos la especie superior que ha dominado el mundo. Por eso se buscan realidades alternativas como decir que el virus no existe o decir que esto ha sido un invento de un científico para destruir la humanidad. Hay gente que necesita eso para evadirse de que somos vulnerables”.
La pobreza en el tercer mundo y los desafíos
Al ser cuestionada sobre las dificultades y la pobreza que se vive en África, la misionera ha expuesto que “es un tema que no se ha olvidado, pero a veces no lo tenemos lo suficientemente presente. Necesitamos que las posibilidades de desarrollo lleguen a todas partes. Dentro del marco de la pobreza destacaría el desarrollo de la educación por parte de todo el mundo, porque creo que es algo fundamental para salir de la pobreza y especialmente la educación de las mujeres y de las niñas. Tenemos varios desafíos. Uno de ellos es la triple T: el derecho al techo, a la tierra y al trabajo. Otro de los desafíos es para el feminismo, que es entender que no hay un feminismo único, ni tiene porque haberlo. Hay que entender que hay mujeres de otras partes del mundo luchando por sus derechos, lo cual no quiere decir que quieran ser europeas ni que ese sea el único modelo de mujer posible”.
El problema migratorio
Braquehais ha explicado que “por mi experiencia en Camerún me toca vivir la migración desde la otra parte. Hay algunas familias que están soñando con emprender una vida lejos de ahí. Yo lo que veo es que es obvio que cualquier país tiene que controlar quien entra y quien sale, porque tiene que haber una regulación de la migración pero siempre con dos horizontes, que todo ser humano tiene derecho a desarrollar su vida donde quiera y tiene que poder tener la misma movilidad. No tenemos que caer en lo de si eres rico te dejo y si eres pobre no te dejo pasar, teniendo en cuenta que sí que hay que controlar las fronteras. El problema de fondo solamente se va a resolver cuando se invierta, se ayude y se capacite a los países en vías de desarrollo. Lo que pasa es que esto no interesa ni a los mismos países que están gobernados por unos pocos ni a la comunidad internacional”.
Sobre la importancia de la tecnología en nuestras vidas, Adela Cortina ha abogado que “ojalá las tecnociencias progresaran muchísimo más porque pueden hacer mucho bien a la gente, pero nunca hay que olvidar que tienen que ser los seres humanos los que las manejen, por eso voy a aprovechar para decir que también son muy importantes las humanidades. Tenemos que usar estas herramientas para que la humanidad madure y para que las personas estemos mejor y sin embargo no sé si es lo que estamos haciendo, aunque ese es un tema de reflexión profundísima”.