Tres meses sin la Virgen de la Esperanza Macarena: arranca la restauración más intensa de su historia reciente

La imagen de la Virgen será retirada del culto para someterse a una intervención integral supervisada por Pedro Manzano y respaldada por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico

Virgen de la Esperanza Macarena

Borja Cuñado

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La Hermandad de la Macarena de Sevilla ha dado luz verde a la restauración más ambiciosa de los últimos años para su venerada imagen, votada en un cabildo extraordinario donde participaron más de 1.800 hermanos. Con 998 de 1.475 votos a favor, se aprobó el proyecto de restauración que incluye tratamiento estructural, intervenciones en la policromía y eliminación de plagas xilófagas, bajo la dirección del experto restaurador Pedro Manzano y con el respaldo técnico del IAPH.

El informe técnico detectó múltiples patologías: galerías causadas por xilófagos, grietas en la madera, alteraciones en la mascarilla, humedad y daños en la policromía, principalmente en los párpados, posiblemente influidos por restauraciones previas. Pese a ello, se considera que la estructura se mantiene sólida, lo que permite una intervención meticulosa y planeada.

A partir de esta noche, y una vez concluya la jornada de visitas, la imagen será retirada del culto para recibir un tratamiento anóxico, vacío de oxígeno, por parte de la empresa Samitech, pionera en el uso de esta tecnología aplicada a obras de arte.

El palio de la Macarena pesa más de dos toneladas

fase a fase

Pedro Manzano afronta esta restauración con una hoja de ruta marcada por la precisión técnica y la sensibilidad hacia el carácter devocional de la imagen. El plan de trabajo contempla estudios con luz ultravioleta para detectar repintes y alteraciones, análisis químicos de la policromía, dataciones por carbono 14 para verificar elementos estructurales y un refuerzo del soporte interno que garantice la estabilidad a largo plazo. También se prevé la eliminación de añadidos recientes, como las pestañas postizas, y la recuperación de rasgos originales que se habían perdido con intervenciones anteriores.

La supervisión del IAPH y la creación de una comisión multidisciplinar aseguran un control exhaustivo del proceso. Además, la Hermandad se ha comprometido a documentar cada fase, publicando avances para reforzar la transparencia y evitar polémicas como las que rodearon la restauración previa. El objetivo, en palabras del propio Manzano, es que "la Virgen siga siendo reconocida por sus fieles y, al mismo tiempo, protegida como un bien cultural único en el mundo".

corregir errores del pasado

La decisión de acometer esta restauración no se entiende sin recordar la controversia generada por la intervención de junio, realizada por Francisco Arquillo. Aquella actuación, efectuada sin consulta previa al IAPH, alteró de forma notable la expresión del rostro: párpados más caídos, cejas modificadas y un aspecto general distinto al que la devoción popular había venerado durante décadas. La reacción fue inmediata: redes sociales, medios de comunicación y, sobre todo, los propios hermanos, expresaron su malestar y exigieron una rectificación.

La Hermandad reconoció públicamente que la restauración no había sido la adecuada, pidió disculpas y, como gesto de reparación, impulsó un proceso de selección transparente para designar al nuevo responsable. El nombramiento de Manzano, con amplia experiencia en imágenes de gran valor devocional y artístico, pretende ser un punto de inflexión para devolver tanto la integridad física de la Virgen como la confianza de sus devotos.

Archivo - Imágenes de la veneración de la Esperanza Macarena tras la actuación de mantenimiento y conservación llevada a cabo por Arquillo.

patrimonio vivo de Sevilla

Más allá de su valor religioso, la Virgen de la Esperanza Macarena es un icono cultural y social de Sevilla, cuya influencia trasciende fronteras. Su imagen forma parte del imaginario colectivo de la ciudad y es uno de los símbolos más reconocibles de la Semana Santa sevillana. Por eso, la restauración no se limita a un trabajo técnico: es también un acto de preservación de la memoria y la identidad de toda una comunidad.

Manzano ha defendido que imágenes como La Macarena deberían ser declaradas Bien de Interés Cultural, lo que aseguraría su protección legal y técnica en futuras intervenciones. Esta declaración permitiría además garantizar que las decisiones sobre su conservación se tomen siempre con criterios científicos y con la participación de organismos especializados. En definitiva, el trabajo que comienza ahora no solo busca reparar daños, sino blindar el legado de una obra que es, a la vez, patrimonio artístico, objeto de devoción y corazón emocional de Sevilla.