El Santo Rostro, protagonista principal del nuevo escudo de la diócesis de Jaén

Comenzará a usarse oficialmente a partir de septiembre y está creado, al igual que el logotipo presentado hace un mes, por la diseñadora jiennense Virginia Alcántara

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La diócesis de Jaén continúa con su renovación a nivel corporativo. Este martes el obispo Sebastián Chico Martínez ha firmado el decreto de creación del nuevo escudo y sello de la diócesis del Santo Reino. Se trata de un diseño, que comenzará a usarse oficialmente a partir de septiembre, y que está creado, al igual que el logotipo presentado hace un mes, por la diseñadora jiennense, Virginia Alcántara.



El escudo tiene un simbolismo que está arraigado en la tradición de esta diócesis: el dibujo central es el Santo Rostro, emblema por excelencia de la Iglesia de Jaén, que está flanqueado y sostenido por dos ángeles. Uno de ellos, con su dedo anima a contemplar el rostro de Cristo y el otro, con la mano tendida, invita a los fieles diocesanos a acogerlo en sus vidas y en esta tierra.

La tierra está representada en la parte inferior por la rama de olivo y la palma martirial. Jaén es una tierra regada por la sangre de los mártires, que a lo largo de los siglos han entregado su vida en defensa de la fe. De esta forma se hace referencia a San Eufrasio, el primer obispo de esta diócesis en el año 40 de nuestra era. La rama de olivo, símbolo de la tierra quiere significar la unidad, fecundidad y riqueza de esta Iglesia peregrina entre olivares. El escudo cuenta, también, en su parte superior, con una corona, la de San Fernando, como recuerdo al rey que constituyó el Santo Reino de Jaén, tras la reconquista.

'Ecclesia Giennensis in Hispania'

El campo central del escudo está enmarcado por un octógono, que hace alusión al octavo día, tiempo de la resurrección, tiempo de la Iglesia. El sello está flanqueado por la leyenda:Ecclesia Giennensis in Hispania, junto a una cruz. Este será usado, junto al sello, por todos los departamentos de la curia diocesana, incluyendo a su vez el nombre de cada Vicaría, Arciprestazgo, Delegación y Casa diocesana. Los colores elegidos, junto al negro son el morado propio de la tierra de Jaén y el verde oliva, como más identitario con la provincia.

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