Pedro Aguado insta a “transformar la escuela para que se convierta en transformadora”

El Superior General de los Escolapios ha participado en el webimar organizado por Enlázate por la Justicia, Redes y Global Compact on Education

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Más de 100 entidades en todo el mundo han reflexionado juntas sobre el Pacto Educativo Global. El objetivo de REDES es generar una reflexión común para contribuir a la propuesta de Pacto Educativo Global que lanzó el Papa Francisco en 2019. Esta entidad ha organizado una webimar de reflexión hacia el Pacto Educativo Global, en colaboración con Enlázate por la Justicia. Dos de los ponentes han sido Pedro Aguado, Superior General de los Escolapios y Dolors García, directora del departamento pastoral de Escuelas Católicas.

Pedro Aguado ha realizado un repaso sobre las convicciones de este Pacto Educativo Global, expresando que “en su convocatoria, Francisco citó las 3 grandes fracturas que él percibía a nivel global: la fractura entre el hombre y Dios, la fractura entre las relaciones humanas con la diversidad y la fractura de la persona con la naturaleza. No hay que olvidar que Francisco convocó este Pacto antes de la pandemia, algo muy interesante. La pandemia no ha creado problemas nuevos pero ha visibilizado mas fuerte los problemas que ya había”.

“Solo la educación puede cambiar el mundo”

El Superior General de los Escolapios ha explicado que “una escuela que de verdad quiere transformar el mundo tiene que destacar en qué áreas quiere trabajar para cambiarlo. El término de ciudadanía global es un concepto que necesita mucha profundización. El propósito de Francisco no es una propuesta educativa, es una convicción. Solo la educación puede cambiar el mundo y tenemos que colocarla en el centro de transformación global para poder hacerlo”.

Aguado ha planteado tres áreas de discernimiento para impulsar el Pacto Educativo Global. La primera de ellas es el proyecto educativo. “El concepto de ciudadania global y pacto educativo no pueden ser simplemente el apartado de un proyecto, tiene que entrar al eje, al centro. De lo contrario, reduciremos todo a una serie de actividades bien hechas. Si lo ponemos como eje del proyecto podremos aspirar a cambiar lo que queremos”.

Transformar la escuela para que se convierta en transformadora

La segunda área debe ser la de “transformar la escuela para que se convierta en transformadora. La propuesta de Francisco obliga a las escuelas a cambiar. Una escuela suele tener 5 o 6 áreas que definen su funcionamiento, la identidad propia, el curriculum, el rol del profesor y alumno, la cultura organizacional, los espacios físicos y pastorales y el concepto de escuela a pleno tiempo. Si nosotros relacionamos estas seis claves con las siete propuestas del Papa, la escuela entra en una dinámica de transformación”.

La tercera área es “trabajar en red a todo nivel. Una congregación religiosa es una red en sí misma. Hay que crear redes con la sociedad civil y el territorio. Todo eso forma parte del pacto global”.

Durante el final de su intervención ha afirmado que debemos “integrar el desafío del Pacto en la filosofía institucional de las escuelas porque debe llegar a todas las personas. Además debemos humanizar, porque significa poner la mirada esencialmente en los más pobres y trabajar la ciudadania global desde los que son más necesitados. También tenemos que saber que evangelizar es plantear el Evangelio como nuestra propuesta esencial para cambiar el mundo, atendiendo que en las escuelas hay todo tipo de posturas ante la fe. A todas ellas hay una respuesta en el Evangelio”.

Por su parte Dolors García ha hecho referencia a “que hacer realidad una educación transformadora está muy en la línea de lo que dice el Papa Francisco. Debemos aferrarnos a un cambio esperanzador de fondo, que comienza por uno mismo y un cambio en la mentalidad. La misma encuesta hace reflexionar y desencadenar procesos, añadiendo el plus de haberla hecho con grupos de realidades diversas”.

La directora del departamento pastoral de Escuelas Católicas ha explicado que “se denota mucho interés sobre los intereses de los derechos humanos y la justicia social, algo que tenemos que traducir desde lo local y sistematizarlo. Que no se quede en algo puntual y campañas aisladas. Esto no es una tarea fácil pero solo será viable si se concreta como se hará”.

Los alumnos, actores principales de su propia vida

Por último ha puesto en valor “que el rol como educadores es crear las condiciones para que los alumnos tengan una experiencia real de participación ciudadana. Los alumnos son actores principales de su propia vida y responsables de lo que hacen y lo que dicen. Ojalá la ‘cuidadanía’ se de en todos los espacios familiares, eclesiales, extraescolares, en la calle y donde se encuentren”.

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