Omella reclama a los gobernantes buenas condiciones laborales a los sanitarios para atender a los enfermos

El arzobispo de Barcelona dedica su carta dominical a la Jornada Mundial del Enfermo que se celebra este viernes: "Es necesario un sistema que no deje de lado la dimensión humana"

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El arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, ha dedicado su carta dominical de este 6 de febrero a la Jornada Mundial del Enfermo, que se celebra el próximo día 11. El también presidente de la Conferencia Episcopal Española, ha instado a los gobernantes a tomar medidas para cuidar a los profesionales sanitarios “con condiciones de trabajo dignas”, para de esta manera poder “atender adecuadamente a todos los enfermos”.

Omella ha comenzado la carta recordando las palabras del Papa Francisco,quien en ocasiones recuerda que cuidar al débil es cuidar a Cristo.

“El Papa Francisco para el lema de esta jornada se ha inspirado en el Evangelio según san Lucas: 'Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso' (Lc 6,36). Estar al lado de los que sufren en un camino de caridad'. Una responsabilidad en la que incide reiteradamente el Papa, porque la misericordia constituye la clave principal de su ministerio”, ha remarcado el arzobispo de Barcelona en su carta dominical.



A continuación, el purpurado ha subrayado que, ahora que comienza el tercer año de pandemia, el sufrimiento de miles de ciudadanos no ha cesado, ya que aún hay personas que fallecen como consecuencia del virus, a lo que se suman los ingresados o pacientes con secuelas: “El Papa Francisco expresa este dolor con un pensamiento del filósofo E. Lévinas: «El dolor aísla completamente y es desde el aislamiento absoluto del que surge la llamada al otro, la invocación al otro». Muchos responden a esta llamada y miran con ojos sinceros a los afligidos y los asisten con cuidado”, ha expresado.

En este contexto, el presidente del episcopado español ha agradecido la labor que desempeñan las personas que trabajan en el mundo de la salud, y lo hace también recurriendo a las palabras del Pontífice argentino: “Queridos agentes sanitarios, su servicio al lado de los enfermos, realizado con amor y competencia, trasciende los límites de la profesión para convertirse en una misión. Sus manos, que tocan la carne sufriente de Cristo, pueden ser signo de las manos misericordiosas del Padre. Sean conscientes de la gran dignidad de su profesión, como también de la responsabilidad que esta conlleva. Incluso cuando no es posible curar, siempre es posible cuidar, siempre es posible consolar, siempre es posible hacer sentir una cercanía que muestra interés por la persona antes que por su patología”.

Por último, Omella reclama a los gobernantes tomar medida para cuidar a los sanitarios con buenas condiciones de trabajo, para así cuidar de los pacientes: “Es necesario un sistema sanitario que no deje de lado la dimensión humana y relacional de la persona”, concluye el arzobispo de Barcelona en su carta dominical de esta semana.

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