Omella pide a Roselló no encerrarse en las preocupaciones de la Iglesia y escuchar a la sociedad

El arzobispo de Barcelona ha expuesto las cinco virtudes del obispo durante la homilía en la toma de posesión de Florencio Roselló como arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela

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El arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, ha pedido a Florencio Roselló que sea arzobispo de todos los habitantes de la archidiócesis de Pamplona y Tudela, no solo de los católicos, durante su ordenación episcopal y toma de posesión de la Iglesia navarra que ha tenido lugar este sábado en la catedral pamplonica.

“No te dejes encerrar en las preocupaciones internas de la Iglesia, sino escucha atentamente los anhelos de nuestra sociedad, en particular, el clamor de los más pobres”, le ha pedido el también presidente de la Conferencia Episcopal Española, que ha sido consagrante principal de la Eucaristía.

Durante la homilía, el cardenal Omella se ha mostrado confiado de que Roselló estará del lado de los más necesitados como pastor de la Iglesia de Navarra, avalada a su vez “por tu experiencia de años siendo capellán de hombres y mujeres que viven un tiempo de sus vidas en la cárcel”, ha recordado.

En su alocución, Omella recordaba sus doce años de vinculación a la provincia eclesiástica de Pamplona como obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, etapa de la que ha mostrado cariño especial por los arzobispos Fernando Sebastián yFrancisco Pérez, que ahora cede su puesto a Roselló.

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Omella ha compartido con la asamblea las preguntas que se hacía así mismo Florencio Roselló, al no comprender por qué el Papa Francisco elegía a un hombre que “no había hecho otra cosa que trabajar en la cárcel” como arzobispo de Pamplona.

“Me comentabas lo que te habían dicho los presos de la cárcel de Castellón, 'así que ahora te sacan de estar entre rejas” y eso me hizo gracia, porque pensé... 'en la catedral de Pamplona tendrás que celebrar entre rejas”. Y así es. Ya ves, no te puedes librar de las rejas. Y esas rejas te harán recordar de qué ámbito pastoral vienes”, ha subrayado Omella desatando las risas de la asamblea.

Las cinco cualidades de un obispo

El presidente de la Conferencia Episcopal Española ha hecho hincapié en las cinco cualidades de un buen obispo, y que tal y como ha revelado Omella, se la explicó un obispo francés que mantuvo una conversación con un pastor de 300 ovejas.

En primer lugar, “tener una visión global del rebaño: “Las hay revoltosas, las hay alegres, las hay rebeldes, mansas, enfermas, cansadas… Es necesario conocerlas bien y saber qué les preocupa, qué les motiva, qué les hace sufrir. No debemos olvidar que cada oveja es única. Aplicado a la diócesis, a la parroquia o la comunidad, eso nos permite vivir la comunión y nos ayuda a tener los ojos bien abiertos y buscar a la oveja perdida o dispersa”, ha manifestado el cardenal turolense.

La segunda cualidad es “cuidar las ovejas” para ayudarle en sus dificultades desde el amor: “No basta con aplicar cuidados técnicamente buenos, es necesaria la empatía, la cercanía humana y espiritual hacia las personas”; ha puntualizado Omella, añadiendo que es importante que las personas “se sientan valoradas y amadas por lo que son, incluso cuando son débiles o pecadoras; cuando están destrozadas y hundidas”.

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La paciencia es la tercera virtud que, a juicio del presidente del episcopado español, debe cultivar un obispo que pastorea su diócesis: “Es preciso saber esperar, tener paciencia, y saber que no siempre se recoge el cien por cien. Es impresionante contemplar la gran paciencia que Dios tiene con cada uno de nosotros. Necesitamos recuperar esa gran virtud, precisamente en este mundo en el que todo lo queremos al instante. Necesitamos recuperar la paciencia activa, imaginativa y creativa para que nuestras vidas, nuestras parroquias, nuestras diócesis se renueven en el anuncio explícito del evangelio”, ha explicado Juan José Omella.

La cuarta cualidad que ha enumerado Omella es la de “identificarse mutuamente”, ya que el pastor se entrega de verdad y con amor “acaba pareciéndose al rebaño y el rebaño acaba también pareciéndose al pastor. El pastor tranquilo y sereno no tiene miedo a una inspección de su corral. Las ovejas continúan pacíficamente haciendo su actividad. El miedo no se apodera de ellas. Se parecen a su pastor sereno y pacífico”, ha apuntado.

Por último, Omella destaca como quinta cualidad del obispo “entregar la vida por las ovejas” y protegerlas “frente al lobo”.

Asimismo, el arzobispo de Barcelona ha pedido a Florencio Roselló no dejar de mirar a San Francisco Javier, apóstol misionero que salió de Navarra: “Que tu corazón arda de amor por este pueblo y sus gentes. Que se haga realidad ese bello lema que has escogido para tu ministerio”.

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