Omella y Argüello muestran su satisfacción por la sentencia del Supremo de EEUU que niega el derecho al aborto

Para los máximos representantes del episcopado español, la sentencia de este viernes " es un paso en la buena dirección" hacia la propuesta "de la belleza de la familia"

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Los obispos españoles han mostrado su satisfacción después de que el Tribunal Supremo de EEUU haya negado en una sentencia el derecho constitucional al aborto, vigente en el país más poderoso del planeta desde 1973.

Se trata de una decisión histórica que permitirá a cada estado decidir si mantiene o prohíbe la interrupción voluntaria del embarazo. El fallo señala que la Constitución "no otorga" este derecho y devuelve la autoridad para poder legislar sobre el aborto al "pueblo" y sus "representantes electos".

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella,ha compartido la alegría de todos aquellos estadounidenses que han secundado la sentencia del Tribunal Supremo, orientado hacia la defensa de la vida.

A través de las redes sociales, el también arzobispo de Barcelona ha asegurado que “los católicos proponemos la belleza de la familia cristiana y el respeto a la vida de todo ser humano desde su concepción”, y ha agregado que desde la Iglesia y sus instituciones “acompañamos a las mujeres embarazadas para que cuiden siempre la vida”, ha subrayado Omella en su cuenta de Twitter.



Por su parte el Secretario General del episcopado, Luis Argüello, ha apuntado también en la red del pájaro azul que la sentencia “es un paso en la buena dirección y un aliento para seguir luchando” a favor de la vida.



El arzobispo electo de Valladolid, ha lamentado que en la sociedad actual, se vende el “derecho a decidir” como un elemento necesario para “la felicidad”, mientras que la muerte supone “la solución a los problemas que nos la dificultan”, ha argumentado.

La noticia se ha conocido precisamente cuando este domingo, 26 de junio, se celebra la concentración provida que tendrá lugar en Madrid a las 12h del mediodía desde la Glorieta de Bilbao a la Plaza de Colón. Una manifestación que se desarrolla en un momento crítico, cuando se acaba de aprobar la nueva ley del aborto y se cumple un año de la entrada en vigor de la regularización de la eutanasia en nuestro país.

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