Miles de fieles visitan la cripta de Fray Leopoldo, en Granada, en el 67 aniversario de su muerte

Fray Leopoldo fue beatificado el 12 de septiembre de 2010 en un acto que tuvo lugar en la Base Aérea de Armilla al que asistieron más de 60.000 personas

Europa Press

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La Orden Capuchina conmemora este jueves el 67 aniversario de la muerte de Fray Leopoldo, cuya cripta ha vuelto a ser visitada desde primera hora de la mañana por miles de fieles como es tradición, ya con las cifras prepandemia consolidadas, y por primera vez sin mascarillas obligatorias por la crisis del coronavirus.

El vicepostulador de la causa de beatificación de Fray Leopoldo, Alfonso Ramírez, ha explicado a Europa Press que, ya en la primera misa de la mañana, que ha oficiado a las 8,00 horas, la afluencia ha sido "masiva", al igual que a la posterior bendición de panecillos, con la que los capuchinos recuerdan la generosidad del beato, que siempre "repartía el pan que recogía".



Desde primera hora de la mañana ha habido también fieles a las puertas de la parroquia de la Inmaculada, en Ancha de Capuchinos con Divina Pastora, esperando para acceder a la cripta de Fray Leopoldo, que se prevé esté abierta hasta aproximadamente las 20h, con cifras de visitantes similares a las de antes de la pandemia en este día, pese a los cielos parcialmente cubiertos con los que ha comenzado la jornada en la capital granadina.

Como es tradición, también han llegado excursiones desde provincias andaluzas y del Mediterráneo, con, ha proseguido el vicepostulador de la causa, en un contexto de "vuelta a la fe" en tanto, ha explicado, "al final todos terminamos en lo mismo". Ramírez ha señalado que en la mañana ha visitado la tumba y firmado en el Libro de Honor el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, mientras que el nuevo arzobispo, José María Gil Tamayo, ha hecho una visita privada a esta parroquia de la Inmaculada recientemente.



Este es el tercer año en que se conmemora esta tradicional efeméride desde que se declarara la pandemia del coronavirus, y el décimo tercero tras la beatificación del fraile limosnero. Además, es el primero sin las medidas de seguridad que estipularon las autoridades sanitarias, en tanto el año pasado se dispuso para los visitantes tanto mascarillas como gel hidroalcohólico, evitando aglomeraciones en Ancha de Capuchinos.

Fray Leopoldo fue beatificado el 12 de septiembre de 2010 en un acto que tuvo lugar en la Base Aérea de Armilla (Granada) al que asistieron más de 60.000 personas. Culminaba así un proceso iniciado décadas antes, y que tuvo como consecuencia primera que la Iglesia instituyera el 9 de febrero, fecha de su muerte, como el día del beato.



Nacido en el pueblo de la Serranía de Ronda de Alpandeire (Málaga) el 24 de junio de 1864, Francisco Tomás, Fray Leopoldo, se dedicó en su niñez a cuidar un pequeño rebaño de ovejas y cabras y a arar la tierra, y años más tarde, el 16 de noviembre de 1899, tomó el hábito de los capuchinos en Sevilla, donde continúo trabajando en el huerto de los frailes.

En el otoño de 1903 se trasladó a Granada y desde un principio desempeñó el oficio de hortelano, con estancias alternativas en los conventos de esta ciudad, Sevilla y Antequera. En 1914 regresó para quedarse definitivamente a Granada. De limosnero, recorrió los pueblos de Andalucía Oriental y en ocasiones llegó a ser insultado y apedreado, aunque su devoción, especialmente por la Virgen, no cesaba. De hecho, cuando alguien le pedía un favor, siempre instaba al peticionario a rezar tres Ave Marías.

Tres años antes de su muerte cayó rodando por unas escaleras y sufrió fractura de fémur, y, tras una convalecencia hospitalaria, consiguió volver a caminar con ayuda de dos bastones y continuar con su vida contemplativa, pero ya en el convento. Fray Leopoldo falleció en la mañana del 9 de febrero de 1956, y multitud de fieles acudieron al convento a darle su último adiós. Desde entonces, cada año miles de devotos visitan la cripta en la que descansan sus restos, junto a los Jardines del Triunfo, en Granada capital.

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