Marisa Salazar: "Hay pequeños gestos que nos ayudan a conseguir grandes cosas"

Amigos retomo mis encuentros, a través de este medio maravilloso que nos da la oportunidad de acercarnos a muchas personas que no conocemos, seguro, pero que tienen la gran amabilidad de leernos, de regalarnos un momento de su tiempo para compartir lo que vivimos, lo que sentimos y para seguir tejiendo la vida, que al final es lo que cuenta, los que nos acompañan en este camino apasionante de vivir.

Hoy si me lo permiten, una vez gastado el primer mes de este año 2020 que nos parece que hace horas que estrenamos y ya hemos agotado un mes, quería compartir con vds “eso” lo importante, lo sustancial, que son los gestos que hacemos cada día. Esos gestos que nos definen como somos, como nos conducimos por la vida y cómo nos relacionamos con el mundo que nos ha tocado en suerte vivir.

Hay pequeños gestos que nos ayudan a conseguir grandes cosas, gestos como acompañar , compartir, abrazar. Gestos que nos comprometen con el mundo que vivimos, con nuestros amigos, nuestras familias, gestos que hablan por sí solos de cómo somos y que sacan nuestra personalidad a flote en cualquier circunstancia. Gestos que inspiran credibilidad u otros que de tan preparados hacen vislumbrar que el que lo realiza no lo cree ni el mismo lo que está haciendo o diciendo.

Gestos que son importantes, vitales, porque generan ilusión y ganas de vivir, verdad, simpatía, motivos para seguir adelante y gestos que desilusionan por el mero hecho de no tener la calidad ni la calidez suficiente para merecer la categoría más preciosa que Dios nos ha dado: la de” ser humano".

Hay gestos sencillos, normalmente de la persona con más valía, que hacen al que los recibe sentirse capaz de “comerse el mundo” y otros que hunden al más pintado y aumenta su descrédito en una sociedad, como la nuestra que ha dejado, a veces, en el camino la confianza en muchas instituciones, muchas personas….

Me hace pensar especialmente en nosotros que, ya con cierta edad, no sé si somos capaces de transmitir ese lenguaje a nuestros jóvenes, el bien más preciado que tenemos. Es más, creo que hemos perdido la estética de los gestos, de las sonrisas, de los apretones de mano fuertes, mirando de frente a los ojos que son la mejor presentación para iniciar una amistad o una nueva oportunidad de hacer el mundo un poco mejor….

Los gestos cuentan, claro que sí, los gestos nos unen, nos hacen mejores, crean sinergias, y dicen mucho de la persona que somos, de lo que realmente nos importa. Por si les sirve, como propósito de este nuevo año intentando que sea de los que se cumple me he propuesto que mis gestos están siempre encaminados a trabajar ,a sumar por el bien común, que dice el Papa Francisco que es una de las mejores más preciosas de trabajar por la caridad.

Ese bien común que no se olvida de nadie, ni descarta a nadie, y de ponerse al servicio de toda la sociedad y buscar la libertad y el bienestar de todos. Trabajar en gestos importantes de todos para buscar una sociedad plural de verdad, de ciudadanos pobres e iguales para que todas y cada una de las personas que la forman hagan realidad sus aspiraciones legítimas. En fin, amigos, gestos llenos de humildad, gestos que cuentan para los que los reciben, que cambian conductas, que ayudan a cambiar conductas.

Ojalá, nuestro políticos, nuestros dirigentes, nuestros responsables, nosotros mismos fuéramos capaces de comprender que “cada gesto cuenta”, como dice la última campaña de la institución donde tengo al suerte de trabajar. Sí, amigos, cada gesto cuenta para nosotros que lo hacemos, si nos damos cuenta nos cambia nos ayuda y para todos aquellos que lo reciben. Les animo a darnos cuenta de ello. ”Los gestos nos cambian y cambian vidas”.