María José Rodríguez, voluntaria valenciana en los rescates de Turquía: “La esperanza nunca hay que perderla”

Un grupo de 12 voluntarios valencianos de la ONG Intervención, Ayuda y Emergencia no dudaron en desplazarse a Turquía nada más conocer los terremotos

Tiempo de lectura: 2’

“Cuando nos enteramos del terremoto no dudamos en ponernos en marcha. Nosotros nos preparamos para este tipo de catástrofes. De hecho, entrenamos durante todo el año dos día a la semana y cada mes hacemos un entrenamiento especial en una área grande o un simulacro. Es importante responder con rapidez, cuanto antes nos pongamos más posibilidad de encontrar supervivientes”, con estas palabras se ha explicado María José Rodríguez Navarro, enfermera del hospital La Fe de Valencia y voluntaria en las tareas de rescate en la zona de los terremotos en Turquía.

La madrugada del pasado 5 de febrero la tierra tembló en Turquía y Siria. Varios terremotos afectaron a ambos países, entre ellos uno de 7,8 en la escala de Richter afectó a los dos países. Desde que ocurrió el primer terremoto Turquía y Siria comenzaron una búsqueda contrarreloj para encontrar supervivientes. Además, la comunidad internacional también se movilizó para ayudar en el rescate.

"La esperanza nunca hay que perderla"

En Valencia, la ONG IAE (Intervención, Ayuda y Emergencia) nada más conocer la noticia del terremoto comenzó a movilizarse para ofrecer su ayuda. Son especialistas en este tipo de catástrofes y aportan dos perros adiestrados para encontrar personas entre los escombros. Entre los voluntarios de IAE se encuentra María José Rodríguez Navarro, enfermera del hospital La Fe de Valencia. La revista PARAULA, de la archidiócesis de Valencia habló con ella cuando aún no había llegado a la zona asignada, pero ya han podido percibir el alcance de la catástrofe. “Están muy afectados, he visto a hombres llorar. La esperanza nunca hay que perderla”, señala. Para ella no es el primer terremoto en el que ayuda, puesto que ha estado en 6 de los 12 en los que ha intervenido IAE desde su fundación hace 25 años.

“Creo que esta es mi misión”

Al ser cuestionada sobre lo que le ha llevado a realizar esta ayuda, expone que “sabemos que hay riesgo, pero tampoco soy una kamikaze, pero siento la necesidad de ayudar. Yo hago lo que me gustaría que hiciesen conmigo. Creo que la misión que tengo para ayudar a las personas es esta, lo hago desde el corazón sin esperar nada a cambio”, añade.

Además de ofrecer la ayuda en el rescate con los perros también tienen una tarea de acompañar a los supervivientes. “Cuando montamos la puesta sanitaria hay gente que no le ha pasado nada, no tiene ningún rasguño, lo único que quiere es que hables con ella, le des la mano, le mires a los ojos, quieren comprensión y nada más”, añade. Horas antes de ponerse con el rescate no pierde la esperanza y recuerda como compañeros suyos en otros terremotos encontraron vida en medio de tanta desolación.

Religión