La paz no es una utopía, sino una tarea que comienza en el corazón y se traduce en gestos concretos. El Papa León XIV lo ha recordado con fuerza en estos días durante su reciente viaje a Turquía y Líbano, invitando a los cristianos a ser semillas de reconciliación y esperanza en medio de la guerra y el conflicto. También en su intención de oración para diciembre nos interpela a convertirnos en artesanos de paz en nuestro entorno. Mario Alcudia reflexiona hoy sobre este desafío, conectando el mensaje del Papa con nuestra responsabilidad personal y comunitaria para construir puentes y no muros, en un mundo que necesita testigos del Evangelio