Luis Argüello, sobre el suicidio: "La Iglesia quiere ofrecer razones para vivir y motivos para esperar"
Refiriéndose al lanzamiento del nuevo teléfono de prevención, el 024, el secretario de la CEE lamenta que ante esta realidad "hay que descalzarse porque siempre nos desborda"

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“No habíamos salido de la pandemia y estamos en una nueva crisis económica”, ha señalado Luis Argüello, secretario de la Conferencia Episcopal Española en la rueda de prensa de presentación de la Memoria de Actividades de la Iglesia. “Seguramente entrando en una dimensiones de crisis que no sabemos muy bien donde nos van a llevar, donde la Iglesia quiere ofrecer razones para vivir y motivos para esperar”.
Refiriéndose al lanzamiento del 024, nuevo teléfono de prevención del suicido, el secretario ha subrayado que para hablar de esta realidad “hay que descalzarse porque siempre nos desborda”. De acuerdo con estas cifras oficiales, los 3.941 suicidios del año pasado suponen una media de casi 11 diarios en nuestro país.
Acompañamiento a las personas más vulnerables
“No cabe duda de que además de las razones de tipo medico, los suicidios nos hablan de desesperanza, de soledad, y a nosotros, a la Iglesia, nos gustaría animarnos y ser capaces de ofrecer esas razones para vivir y motivos para esperar, sobre todo a las personas que se encuentran más amenazadas, las que han perdido los motivos para esperar y las razones para vivir”.
Es difícil, ha explicado, contabilizarlo desde el punto de vista de los números, “pero es un tipo de presencia, de anuncio de compañía con la que nos gustaría ayudar a estas personas, que viven dentro y fuera de la vida de la Iglesia”.
Por eso, frente a las dificultades económicas como las personales y desde la experiencia de la Iglesia, “la calve es ayudarnos unos a otros, a aquellas personas con las que nos encontramos en el camino de la vida”. La Iglesia “vive como la ciudadanía porque esta formada por personas de todo tipo y las posibilidades y las dificultades económicas en su mismo interior pero al mismo tiempo esta llamada a, desde la propia fragilidad y dificultad, compartir con los que puedan necesitarlo”, ha concluido.
Ya el Papa Francisco habló en 2018 sobre el suicidio, “la realidad de la muerte y la misericordia de Dios” en el marco de su reflexión sobre el Ave María para un programa producido por la televisión de la Conferencia Episcopal Italiana.
“El suicidio es un poco cerrar la puerta a la salvación, pero yo soy consciente que en los suicidios no hay plena libertad. Al menos así creo. Me ayuda lo que el Cura de Ars dijo a aquella viuda cuyo marido se había suicidado lanzándose del puente al río. Dijo: ‘Señora, entre el puente y el río está la misericordia de Dios’. Porque creo que en el suicidio la libertad no es plena, pero es una opinión personal”, dijo el Papa.