Las palabras del cardenal Ricardo Blázquez sobre su futura jubilación: "Será lo que el Papa quiera"

El arzobispo de Valladolid, que cumplirá ochenta años en abril, ha oficiado una Misa en Roma, hasta se han desplazado las autoridades para presentar la Semana Santa de la ciudad

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El arzobispo de Valladolid, el cardenal Ricardo Blázquez, ha reconocido este martes que su jubilación "no será en mucho tiempo" porque "la meta son los 80 años", que cumplirá el 13 de abril de 2022.

Así se ha pronunciado el prelado a preguntas de los medios durante la visita que ha realizado, junto al alcalde de Valladolid, Óscar Puente,a la iglesia Chiesa Nuova, el templo que tiene adscrito en Roma, y donde ha oficiado una misa para la delegación vallisoletana desplazada a Roma para la presentación de la Semana Santa y donde ha estado presente la embajadora de España ante el Vaticano, Carmen de la Peña.

El cardenal arzobispo ha recordado que cuando cumplió los 75 años, que coincidió en Jueves Santo, habló con el Nuncio del Papa en España para anunciarle que había llegado a la edad en la que tiene que presentar su renuncia como establece el Vaticano, aunque unos meses después recibió una comunicación del Papa en la que decía: "Hasta que no se provea de otra forma, continuará".

Así lo ha hecho el cardenal Ricardo Blázquez, que ha reconocido que ha tenido "buena salud" para poder atender y cumplir con el servicio pastoral y las necesidades de la diócesis vallisoletana, aunque ha reconocido que su retiro "no será en mucho tiempo porque la meta son 80 años", aunque será "lo que el Papa quiera".

Durante la homilía, pronunciada junto al sepulcro de San Felipe Neri, quién fundó el Oratorio, el cardenal Blázquez se ha referido a la "fragilidad de la vida" y recuerda que Jesús no responde "a curiosidades" de cuándo será el final y cuáles serán los signos de ese final, aunque si llama a ser centinelas de lo que pasa y a vivir con profundidad.

Asimismo, ha recordado que San Felipe Neri nació en 1515, el mismo año que Santa Teresa de Jesús, y ha aseverado que "llama la atención" que ambos fueran canonizados, en 1622 además de San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier y San Isidro Labrador, "cinco santos que llaman la atención por su estatura e incidencia en la vida".

Neri vivió en Roma, donde trabajó pastoralmente y fue "un maestro de maestros en la orientación para vivir" y en esta ciudad murió y es donde está enterrado, en la iglesia Chiesa Nuova, un nombre que es "una curiosidad", según el cardenal arzobispo de Valladolid, ya que "significa iglesia nueva con cuatro siglos de vida".

El cardenal Ricardo Blázquez ha explicado a la delegación vallisoletana que al Oratorio o Comunidad Filipense fundada por San Felipe Neri pertenecieron San José de Calasanz, Tomás Luis de Vitoria o el padre jesuita soriano Diego Laínez.

En este templo se puede ver a la entrada el escudo del cardenal y arzobispo vallisoletano, donde se puede ver el Sagrado Corazón que representa a Valladolid, la espadaña del convento de los Carmelitas de Ávila y un crismón que representa a Jesucristo.

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