Jóvenes de distintas ciudades de España se unen para pedir por la paz

'Scholas Occurrentes' ha instalado una carpa hasta el domingo junto al olivo de la paz plantado en 2015 en la céntrica plaza madrileña para reclamar el final de la guerra

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José Melero Campos

Publicado el - Actualizado

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“La guerra nunca es la solución”; “la gente no debe pagar por los caprichos de otras o “Basta de barbaries en pleno siglo XXI” son algunas de las pancartas que se han podido leer en la carpa organizada en la madrileña plaza de Colón por la Fundación Pontificia Scholas Occurrentes con el fin de que la sociedad pueda mostrar su repulsa a todas las guerras.

“Francisco nos invita a expresar lo que dice nuestro corazón. Esta carpa estará hasta el domingo y la iremos vistiendo con los deseos de paz en Ucrania”, ha manifestado uno de los organizaciones del evento, perteneciente a 'Scholas Occurrentes'.

Una iniciativa que este Miércoles de Ceniza han secundado cientos de personas con estos mensajes, y que ha ido acompañada de una oración entre los representantes de las diferentes confesiones religiosas en Madrid como símbolo de unidad contra la guerra, tal y como reclama el Papa Francisco, en el olivo de la paz plantado en 2015 en la céntrica plaza de la capital de España.

Entre los asistentes se encontraban el arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro; el representante de la Comunidad Evangélica de habla alemana en España, el Pastor D. Simon Dobrisch; el presidente de la Fundación Hispano Judía de Madrid, D. David Hatchwell; el presidente de ACdP y de la Fundación San Pablo-CEU, D. Alfonso Bullón de Mendoza; el presidente de la Fundación Scholas Occurrentes, José María del Corral; o el fundador de la ONG Mensajeros de la Paz, el Padre Ángel.

Antes de la oración conjunta, Carlos Osoro y José María del Corral han expresado su deseo de paz a través de un mensaje publicado en la carpa de la fundación pontificia.

José María del Corral: “Este olivo representa para las religiones mucho más que un árbol”

El presidente de la Fundación Scholas Occurrentes, José María del Corral, recordaba que en el año 2015 se plantó en Madrid el olivo de la paz, al igual que en otras ciudades de todos los rincones del planeta: “Aquel día dijimos que si queríamos un mundo en paz, dependía de nosotros de la educación”.

En este sentido, del Corral recordaba que el Papa Francisco, en su etapa como cardenal de Buenos Aires, “contra viento y marea predicaba que teníamos que generar la cultura del encuentro. Por eso en mi tierra, en Buenos Aires, se empezaron a unir chicos de la Comunidad Cristiana Evangélica, de la Comunidad Judía, y de las Escuelas Católicas e Islámicas para construir la ley que dio lugar a 'Scholas Occurerentes'. Fueron quienes tuvieron la idea de reunirnos”, recuerda el presidente de la fundación.

Asimismo, evocaba que en el año 2000, se plantó el olivo en la Plaza de Mayo de la capital argentina, y tres años más tarde, con motivo de la guerra de Irak, “se montó una carpa llamada 'Tienda Interreligiosa del Encuentro por la Paz' con muchísimos jóvenes. Es la historia de este olivo, que para todas las religiones es mucho más que un árbol. Es volvernos a juntar gracias a los jóvenes para hacer un espacio de encuentro donde el odio quede de lado”, ha expresado.

Carlos Osoro: “Nunca existen razones para la guerra”

Por su parte el arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro, ha confesado que estos días pasa por su corazón un “gran sufrimiento, al ver padecer a un pueblo”. Osoro ha manifestado que nunca existen razones “para la guerra ni para matar”, al calificarlo como “absurdo”.

“Cuando una sociedad utiliza este tipo de actuaciones es la torpeza más grande que se puede hacer en la Humanidad. Sí hay razones para vivir y dar vida, para construir la fraternidad, para descubrir que estamos bajo un mismo cielo, con hombres y mujeres diferentes, quizás con creencias distintas, pero con capacidad sincera de querer darnos la mano unos a otros”.

Para concluir, el titular de la Archidiócesis madrileña ha subrayado que construir un futuro para la humanidad “merece la pena”, y reivindica el papel de 'Scholas Occurrentes' en esa tarea de “construir un futuro y hacernos descubrir de forma especial lo que significa darse la mano los distintos e iguales”, ha reflexionado.